La información y utilización de los resultados.
Aunque por lo general la calificación se considera terminal –en un proceso evaluativo dado- no necesariamente lo es, por dos razones: porque elproceso se puede y debe extender más allá de la calificación y porque la emisión de un juicio evaluativo puede aparecer en distintos momentos de dicho proceso, aunque la práctica actual privilegie eluso de la calificación como momento conclusivo, e incluso, como fin de la evaluación.
La calificación tiene diferentes usos y destinatarios en dependencia del momento que se realiza, los fines, lasnecesidades de los implicados. La información que se da y cómo se da, también depende de los objetivos y necesidades de los estudiantes, profesores y directivos institucionales. Lo que interesasubrayar es el potencial educativo de la misma en dependencia de su utilización.
Las funciones formativas o educativas de la evaluación suponen que la calificación tenga un sentido para el estudiante acordecon las finalidades del proceso de enseñanza aprendizaje. Ello implica que lo oriente en sus debilidades y fortalezas, que lo incite a mejorar, que vea en los errores o insuficiencias una razón paraavanzar, que contribuya a su autoevaluación.
Esta potencialidad educativa de la calificación se da a condición de que los estudiantes dispongan de una clara comprensión y aceptación de los criteriosde calificación, del significado que encierra cada juicio o nota y de las vías o estrategias pertinentes para su mejora. Este proceso comienza mucho antes de emitir la calificación, cuando se leplantean y argumentan los indicadores y criterios de calificación o, mejor, cuando se llega a ellos mediante la colaboración y el trabajo conjunto de profesores y estudiantes. Es decir, significadoscompartidos.
Está condicionada, además, por el clima psicológico que se da en la relación profesor estudiante y de estos entre sí; así como por el modo de retroalimentar los resultados. Al respecto merece...
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