La Inhabitacion

LA INHABITACIÓN DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
La santidad humana consiste ontológicamente en la plena comunión con Dios Uno y Trino en el cielo, pero, al mismo tiempo, esta comunión tiene su inicio ya en la vida presente. Por consiguiente, ningún otro aspecto del misterio cristiano toca tan de cerca la vida espiritual como la inhabitación trinitaria, que constituye la fuente increada de esta vida, detal forma que el misterio central de nuestra fe es, asimismo, el misterio central de la vida espiritual.
I. EL FIN Y EL FRUTO DE LA VIDA CRISTIANA
El misterio de la Santísima Trinidad es el núcleo de la Revelación sobrenatural, por tal motivo, toda la vida de fe debe orientarse hacia el conocimiento y amor de este misterio, como afirma santo Tomás de Aquino: “El conocimiento de la Trinidaden la unidad es el fruto y el fin de toda nuestra vida”. Con estas palabras se incide que la Santísima Trinidad es el último fin de nuestra existencia porque hemos sido creados y elevados al estado de gracia para poder alcanzar el pleno conocimiento y el perfecto amor de la Santísima Trinidad, es decir, su eterna contemplación en el cielo.
El mismo santo Tomás enseña que el conocimiento de laTrinidad es también el fruto de nuestra vida, porque podemos alcanzarlo -si bien imperfectamente- aquí abajo, ya que Dios se ha comunicado al ser humano para santificarlo. En efecto, por la inhabitación, Dios, con toda la plenitud de su misterio, entra en lo íntimo del hombre. Las divinas Personas se dan realmente para dejarse poseer y para poseer, en la más maravillosa comunión.
II. ENSEÑANZASBÍBLICAS SOBRE LA INHABITACIÓN
* Antiguo Testamento
Aunque la revelación de este misterio se realiza exclusivamente en el Nuevo Testamento, es precedido y prefigurado por una larga tradición veterotestamentaria. En efecto, en Antiguo Testamento habla de una presencia de Dios en todas las cosas, como se lee en los salmos: “¿Adónde alejarme de tu espíritu? ¿Adónde huir de tu presencia? Si subo elcielo, allí estás Tú, si bajo hasta el Seol, allí te encuentras” (Sal 139, 7-8). Pero el Antiguo Testamento no habla solamente de una presencia general de Dios, sino también de una presencia especial de Dios entre su pueblo y algunos hombres elegidos.
Además, esta presencia especial de Dios se manifiesta en la actuación de algunos hombres elegidos sobre los que se posa el espíritu divino, y estees el caso de Moisés, que hablaba cara a cara con Dios (cf. Ex 33,11), también de los Jueces, que gozan de una fuerza particular para salvar al pueblo con la ayuda del Espíritu de Dios (cf. Jc 3,10).

* Nuevo Testamento
En la doctrina neotestamentaria de la inhabitación se pueden distinguir dos aspectos: uno que se podría llamar “estático”, es el de la fruición o gozo mediante elconocimiento y el amor; y otro “dinámico”: la presencia para realizar la santificación. Es así como las divinas Personas obran en nosotros la santificación para introducirnos en su comunión, haciéndonos participar en su misma vida.
Inhabitación según san Pablo
En san Pablo la inhabitación está centrada en la presencia del Espíritu Santo, con un predominio dinámico de la acción santificadora. La idea deesta presencia está presente en todas sus cartas. “¿No sabéis que sois templos de Dios y de que el Espíritu de Dios habita en vosotros?” (1Co 3,16); “vosotros sois templos de Dios vivo” (2Co 6,16).
San Pablo enseña que la inhabitación del Espíritu Santo está en estrecha relación con nuestra unión con Jesús, porque “el que se une al Señor se hace un solo espíritu con Él” (1Co 6,17). Por tanto, serinhabitado por el Espíritu Santo y ser miembro de Cristo son, en definitiva, lo mismo, porque el Espíritu, en cuanto Espíritu de Cristo, comunica al hombre su pertenecía a Cristo (cf. Rm 8,9). No hay ningún efecto del don del Espíritu tanto en el cristiano como en la Iglesia, que no esté en relación con Jesús.
Puesto que el Espíritu Santo es el don del Padre y el Hijo a los cristianos, nos...