La inquisición.

Una vida a medias de los 44.
Estaba yo ahí, justo sentado en esa cama tan peculiar que nunca supe de qué material estaba hecha, el lugar tenía un servicio excelente, les podría seguir dando muchos detalles y servicios excelentes del Hospital Sur, hasta se los podría recomendar cuando lleguen a tener un accidente automovilístico por manejar tomado y que les descubran una enfermedad que hastalos médicos desconocen que es, lo único que saben es que no tienen cura para dicha enfermedad, precisamente lo que me paso a mí.
Justo era un viernes en la tarde, yo regrese del gimnasio a mi casa, ese día yo no tenía planeado salir a ningún lado, mis papas estaban en su luna de miel, justamente en la parte norte de Italia, mi hermano menor al escucharme decir “Yo llevo el coche “, hizo un gritotan agudo diciendo que no, que me lastimo el tímpano por unos segundos y ya no pude escuchar muy bien lo que mi amigo me dijo por teléfono, pero al finalizar la llamada mi hermano me rogo que no saliera a ninguna parte, ya que tenía un mal presentimiento y me recordó que no me dieron permiso de salir mis papas hasta que regresaran de su luna de miel, pero yo simplemente no dije ni una sola palabra.Tiempo después ya que me había terminado de bañar y de haberme perfumado con mi loción de Carolina Herrera que por cierto es de mis favoritas, mi hermano de nuevo me suplico que no saliera, me dijo que ¿cómo lo iba a dejar solo en la casa por la noche?, yo le conteste que con esos nueve años ya se podía cuidar solo, él siguió hablando y diciendo tantas cosas que en ese momento se me hicieron tanabsurdas, seguí sin decir una sola palabra y de lo único que me acuerdo de ese momento es que antes de irme me agache para estar mi cara con su cara y le dije “Te prometo que regresaré y cuando despiertes tendrás tus huevos a la mexicana que tanto te gustan, hechos por mí y como siempre tu coca”, terminando esto le di un beso en el cachete, tomé mi chamarra de piel, la cual le encantaba tanto queyo mismo le iba a comprar una, pero prefirió esperarse a crecer un poco más para que le regalara justo esa y por último le dije que le amaba mucho. Inserté la llave del coche, lo arranque y una vez saliendo del pedregal me empezó a hacer un ruido que no le tomé importancia y seguí conduciendo hacia la casa de mi amigo Pepe, ahí fue donde se habían quedado de ver tres amigos para que yo pasara porellos y nos fuéramos a la fiesta, se subieron mis tres amigos atrás y Pepe se fue de copiloto, me indicó por donde irme, pasamos por unas curvas muy peligrosas que iban de subida, que al pasar por ellas disminuí considerablemente la velocidad que llevaba, hasta que llegamos a Topilejo. El lugar no se veía muy bonito que digamos pero justo una cuadra antes, que fue donde estacioné el coche,sentíamos como retumbaba y se escuchaba la música. Fuimos a una tienda que estaba a menos de una cuadra de donde era la fiesta a comprar algo de alcohol, cada quien escogió una botella y como yo recolecté el dinero, pidieron que les mostrara mi IFE y se los mostré.
Cuando terminó la fiesta, recuerdo que no tomé ni una sola gota de alcohol porque recordé la promesa que le hice a mí hermano de que teníaque regresar a la casa y prepararle sus huevos a la mexicana. Pepe, Laura, Juan y Daniel, que fueron con los que me fui, terminaron muy borrachos. Tal y como iban sentados de ida, nos regresamos. La situación empezó a empeorar, Laura al subirse al coche se quedó dormida, Juan y Daniel me estaban molestando desde atrás aventándome cosas a la cabeza y por momentos me llegaban a dar sapes en la cabezay Pepe adelante me tapaba y en ocasiones no llegaba a ver nada, pero fue en ese momento en el que íbamos de bajada y les grite “Ya cállense todos, déjenme de molestar y déjenme manejar porque van las curvas y podemos tener un accidente”, fue tan fuerte el grito que volví a sentir dolor en el tímpano como el que sentí cuando mi hermano horas antes me había gritado. Yo creía que el peligro ya...