la inseguridad
Tampoco se resalta como se debería,la evidente interconexión entre la desigualdad social y económica, lamiseria y el desempleo, con los delitoscontra la propiedad.
Todosconocemos o sufrimos casos de violencia para robar, lo cual suscita unajustificada indignación personal y colectiva. Pero no se trata de uncaso excepcional. En la Argentina,en 2007 se perpetraron 711.987robos, hurtos y otros delitos contra la propiedad (datos del Ministeriode Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Sistema Nacional deInformación Criminal). A su vez, enFrancia, desde febrero de 2007hasta enero de 2008 se comprobaron 2.352.951 delitos contra los bienes,es decir 6.446 delitos por día. De ellos, los robos fueron 1.778.888 ylas destrucciones ydegradaciones 461.977 (datos del Ministerio delInterior, Policía Nacional, Observatorio Nacional de la Delincuencia,Bulletin Mensuel, febrero de 2009). De acuerdo con estas cifras, latasa de delitos contrala propiedad por cada 1.000 habitantes fue enArgentina de 17,8 y en Francia de 37,3; es decir, sufrimos menos de lamitad de robos y destrucciones que en Francia. Esto no es un consuelo ydebenextremarse las medidas para impedir los delitos; pero debesaberse que es un fenómeno universal y que la Argentina no es un caosen medio de un mundo que vive en orden. Veamos de acuerdo con lasestadísticas...
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