la insurgencia mapuche contemporánea
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202006), que irán más a tono con las ideas y los procesos de movilización indígena a nivelcontinental (Stavenhagen, 1999).Dentro de los principales conceptos aglutinantes que surgieron de la primera etapa delmovimiento, entre 1990 y 1995, encontramos el de “desarrollo conidentidad”.““Queremos desarrollarnos, dijeron todos, pero continuar siendo mapuches”. “Nonegociamos la identidad por el desarrollo y la modernización”, se escuchó en todaspartes” –escribió el historiador José Bengoa, refiriéndose al punto de vista mapucheexpresado en el contexto de las discusiones previas a la creación de la ley indígena de1993, y que reflejaban los aspectos centrales y lasaspiraciones que hacían sentidoentonces. Otro de los conceptos relevantes que surgió de este mismo proceso fue el deconsiderarse como “pueblos originarios” en vez de indígenas o “etnias”. Este cambioconceptual estuvo fuertemente ligado al proceso de revitalización étnico-cultural y, enespecial, de afirmación de las diferencias, así como a la instalación de un discursoculturalista de la diversidad. El uso de“originario” resaltaba la idea de “los primeros enhabitar el suelo, los originados en esta tierra” (Bengoa, 1999: 186). El reemplazo del concepto academicista de “etnia” por el de “nación”, en tanto, es partedel esfuerzo consciente tendiente “a aproximar la meta de alcanzar algún día [la]conversión [del pueblo mapuche] en una sociedad políticamente cerrada” (Mariman,1995). En gran medida estasituación involucró una crítica al mundo de las cienciassociales, por considerar que los conceptos que éstas usaban para describir y representarla conciencia nativa no eran adecuados a la naturaleza y cualidades de quienes erandescritos y representados.28A medida que el movimiento se tornó crítico, los esquemas interpretativos seorganizaron en torno a nuevos conceptos que impugnaban los anteriores...
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