La Invasión: Una Opinión Dividida

La Invasión: Una opinión dividida
LukasPablo
La siguiente reflexión nace a raíz de la lectura de la obra de Olmedo Beluche, La Verdad sobre la Invasión.
He querido titularlo de esta manera porque al final de la lectura no encuentro otra posición. Tengo que admitir, quizás con un tanto de vergüenza, que todo este tiempo había aprobado la intervención extranjera en nuestro país. Sentí repudiopor el “modo” porque de alguna forma creí que el costo y las pérdidas, sobre todo la vida humana, fueron muy altos. Hasta me sentía un tanto desilusionado, ya que con la basta experiencia militar de EE.UU. mostraron tanta incompetencia ante un país tan pequeño y sin recursos, esperaba algo más estratégico y menos bélico. Sin duda utilizaron la ocasión para mandar otro tipo de mensaje; no sé aquien, pero al final, esa fue la impresión, que combatían con un enemigo más grande de lo que podría representar Panamá.
Estos son los momentos en que uno se lamenta no estar más pendiente de la realidad que le circunda. Para 1989, yo tendría 17 años. Aunque no pueda citar ningún hecho específico, bien recuerdo que sí había un clima muy tenso, incluso acá en el interior. Los toque de queda y lasprohibiciones de reuniones libres, el patrulleo constante y persecuciones a algunos políticos opositores miembros de la cruzada civilista. Recuerdo, también, la desestabilización económica manifiesta en el congelamiento de los fondos bancarios y el uso de bonos como pago de los salarios y también en el alto índice de desempleo. La inestabilidad política también era clara, cada periodo de votación fueamarañado. No domino la cronología, pero sí me vienen a la mente la elección de Del Valle, Duque, Barleta, que dicho sea de paso me simpatizaba, y lo del ministro de educación Solís Palma. La clase política estaba anulada.
Lo cierto es que el hombre del machete, se crecía cada vez más. El ambiente era de inseguridad, miedo, temor, incertidumbre y desesperanza. El país no contaba con nadie quesaliera a su defensa. Recuerdo las imágenes de B. Ford y los demás sangrando después de aquella paliza. Pero al final los dirigentes del movimiento que posiblemente podía organizar el país y conducirlo a un cambio, parece que entendieron que no iban a poder, a pesar del evidente respaldo del pueblo. Quizás aquellos sucesos les hicieron entender que lo más posible, de continuar, no saldrían con vida ytocaron fondo.
Creo que llegado a ese punto la idea de una intervención militar extranjera representaba, quizás no la única, pero sí la más inmediata posibilidad de ese cambio que en su agonía clamaba el pueblo.
Desde esta perspectiva, como dije al inicio, le concedí mi favor a la invasión.
Ahora, al finalizar la lectura y analizar los hechos como los describe el señor Beluche, me lleva areplantear mi visión.
Desde la lectura de los documentos citados pude percibir que prácticamente fuimos, como país, arrastrados a esa situación. Me llamó mucho la atención el mensaje de Noriega, el hombre realmente estaba convencido que toda su gesta militar era en beneficio y defensa de la nacionalidad. Casi sentí admiración por haber hecho semejantes declaraciones y exponer, de tal manera, losintereses e intensiones de los EE.UU. Los otros documentos, también me condujeron a entender cómo los EE.UU., muy insistentemente, fue entretejiendo cada situación e ir poco a poco inclinándola a sus propios intereses.
Mientras iba leyendo sentí coraje, al ver cómo fuimos víctima de la más descarada manipulación de un país al que jamás le hemos importado como Nación, sino que sólo nos ven comoun punto estratégico que deben, a toda medida, conservar y, por qué no, controlar.
Por otro lado, es indignante el aspecto inconcluso de cuánto nos costó, sobre todo en vidas humanas, semejante atrocidad. La falta de transparencia, honestidad y responsabilidad al respecto, es una espina que siempre llevaremos clavada, un sin sabor en nuestra historia de ultrajes. Una falta de honor ante la...