La inventiva en el aislamiento: sobre "la isla de las breves ausencias", poemario de francisco hernández
Páginas: 4 (812 palabras)
Publicado: 16 de junio de 2010
LA INVENTIVA EN EL AISLAMIENTO
Por Javier González Cárdenas
Es curioso que casi todas las reseñas, cuando menos las que comentan el poemario más reciente de Francisco Hernández, omitan juicioscon respecto a la calidad de esta obra. Ningún comentario –repito, al menos los que he leído- celebra los aciertos de La isla de las breves ausencias (Almadía, 2010). Se han limitado a señalar lascaracterísticas y elementos que conforman esas 62 islas, sin embargo los aciertos son varios. Se trata de una obra balanceada que intercala diversas formas poéticas. Hernández se da el lujo de sostenerun ritmo y desecharlo cuando lo cree más conveniente, de manera que prosifica y versifica según el tono y musicalidad que desea dar a su obra. La escritura en un obelisco aparece, de cuando en cuando,como metáfora de la simbiosis entre vida y obra. El obelisco engendra su propia escritura y perpetúa también la del náufrago, el único ser humano que habita La isla de las breves ausencias.
Elnáufrago es un sobreviviente y su testimonio da cuenta de ese Robinson Defoe que los buenos escritores llevan dentro: el aislamiento necesario para pergeñar una escritura vital, intensa e ineludible. Elbinomio Robinson-Defoe simboliza al autor que se ve en el espejo del personaje, finalmente toda aventura literaria plantea un nexo autobiográfico. La isla de las breves ausencias es el testimonio de unaenfermedad, la que el poeta padece. La enfermedad habla a través del poeta narratorio. El poeta es el médium que presta su cuerpo al espíritu de la enfermedad, a “los vados de la desmemoria” (pág. 50)donde las visiones son (y no son) borrosas: “Algunas velas desenvueltas / se alían con la neblina” (pág. 50).
La lectura de La isla de las breves ausencias coincide con mi lectura de la másreciente obra de Martin Scorsese, La isla siniestra (Shutter island). Al igual que en el filme, el protagonista de La isla de las breves ausencias recorre su propio laberinto (también es el laberinto de...
Por Javier González Cárdenas
Es curioso que casi todas las reseñas, cuando menos las que comentan el poemario más reciente de Francisco Hernández, omitan juicioscon respecto a la calidad de esta obra. Ningún comentario –repito, al menos los que he leído- celebra los aciertos de La isla de las breves ausencias (Almadía, 2010). Se han limitado a señalar lascaracterísticas y elementos que conforman esas 62 islas, sin embargo los aciertos son varios. Se trata de una obra balanceada que intercala diversas formas poéticas. Hernández se da el lujo de sostenerun ritmo y desecharlo cuando lo cree más conveniente, de manera que prosifica y versifica según el tono y musicalidad que desea dar a su obra. La escritura en un obelisco aparece, de cuando en cuando,como metáfora de la simbiosis entre vida y obra. El obelisco engendra su propia escritura y perpetúa también la del náufrago, el único ser humano que habita La isla de las breves ausencias.
Elnáufrago es un sobreviviente y su testimonio da cuenta de ese Robinson Defoe que los buenos escritores llevan dentro: el aislamiento necesario para pergeñar una escritura vital, intensa e ineludible. Elbinomio Robinson-Defoe simboliza al autor que se ve en el espejo del personaje, finalmente toda aventura literaria plantea un nexo autobiográfico. La isla de las breves ausencias es el testimonio de unaenfermedad, la que el poeta padece. La enfermedad habla a través del poeta narratorio. El poeta es el médium que presta su cuerpo al espíritu de la enfermedad, a “los vados de la desmemoria” (pág. 50)donde las visiones son (y no son) borrosas: “Algunas velas desenvueltas / se alían con la neblina” (pág. 50).
La lectura de La isla de las breves ausencias coincide con mi lectura de la másreciente obra de Martin Scorsese, La isla siniestra (Shutter island). Al igual que en el filme, el protagonista de La isla de las breves ausencias recorre su propio laberinto (también es el laberinto de...
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