La investigación analiza indicadores de 49 países
Ytoda esta inestabilidad familiar, golpea a los hijos. “Tenemos las tasas más altas de niños que viven sin sus dos padres (solo superada por algunas naciones africanas), la de gente que menos se casa yde bebés que nacen fuera del matrimonio”, resume Pablo Andrés Salazar, profesor del Instituto de La Familia de la Universidad de La Sabana e investigador por Colombia.
¿Cómo impacta esto a la sociedad?Con la separación de los padres, habrá menos ingresos familiares y se reflejará en más desnutrición y menos crecimiento, más enfermedades y menor acceso a la educación; más desprotección y menoscuidadores. Y lo más grave, menos afecto para un normal desarrollo sicosocial.
“La menor proporción del mundo de parejas que se casan, sea por una iglesia o por lo civil, indica una mayor vulnerabilidadpara los niños porque tienen una mayor probabilidad de que vean a sus padres separados”, indica Salazar.
Igualmente señala que diversos estudios muestran cómo se reducen los recursos económicos quetienen los niños cuando la unión de la pareja se va al traste. “Dicho de otra manera más simple: la separación y el divorcio empobrecen”, sentencia.
En cambio, los niños que viven con ambos padres, van atener redes de apoyo más sólidas, como las de su familia extensa, materna y paterna. “Los niños que tienen una vida más estable presentan mejores rendimientos académicos y desarrollos en susocialización, en lo sicosocial y en lo sicoafectivo”, afirma Salazar.
No significa que a un niño o niña, aclara, que viva solo con el padre o la madre, necesariamente le va a ir mal.
Los sicólogos en el...
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