La ira del cordero

ira del corderoColección LA NOVELA CUBANA, 6
La ira del cordero
Alexis García Artiles
© Alexis García Artiles, 2005 ● © Sobre la presente edición electrónica: Editorial Capiro, Santa
Clara, 2006 Edición y diseño: A. M. Ballester López ● ISBN: 959-265-114-0
2
Esta noveleta, salpicada de gigantescas olas
marinas, rumores pueblerinos y manatíes costeros
nos remonta a la historia de unafamilia humilde
en un pueblo de pescadores. Alexis García Artiles
es autor, entre otras obras, de El hombre de la pipa,
2001, en la que reconstruye el testimonio de la
lucha del coronel Martín Chivás González junto a
Ernesto Che Guevara por tierras del continente
africano, y El collar de santajuanas (Serie
Pintacuentos), del 2004. Nos entrega esta vez una
lectura que al principio es tranquila,pero luego
resulta trágica. Aquí los hilos de la trama se van
tejiendo hasta formar una tarralla con los colores
del arco iris, como la que lanzaba al mar todos los
días Chano, “El Solitario”. La obra, no exenta de
crítica social y política, nos lanza un enfoque
agudo y costumbrista del Caibarién de las décadas
de los años 50 y 60, para descubrirnos un universo
que va mucho más allá de lassupersticiones
marineras, muelles de pescados y botes cargados de
anzuelos.
El Editor
3
"porque el gran día de su ira ha llegado;
¿y quién podrá sostenerse en pie?"
Apocalipsis 6.17
4
A los muchachos les encantaba esperar la llegada de su padre a
los muelles, les picaba la curiosidad por conocer antes que nadie
todo lo que había podido pescar. Era de los mejores pescadores
de la zona,de los buenos de verdad; se decía. Tenia su propio
bote y no le gustaba pescar con nadie, Chano "El Solitario" le
decían algunos. Solo una vez estuvo acompañado, fue con el
viejo Muelaemacao. Pasaron varias semanas y todo iba de
maravillas hasta que una tarde se vio llegar el bote, arrimarse al
muelle lo suficiente como para que Muelaemacao saltara a tierra
y se esfumara, mientras Chano,regresaba mar adentro.
Del viejo no quedó ni sombra, no se supo más de él. Ninguno
de los dos habló del asunto, pero por mucho tiempo se escuchó
la historia de que una noche, estando en medio del mar, el viejo
sintió hambre y auxiliado por un farol revisó caldero por caldero
hasta que al destapar una sopera vio su muerte reflejada en el
interior. Se asustó tanto, que le suplicó a Chano lollevara a
tierra firme, por más que este insistía mostrando el caldero:
"Son solo piedras, Macao, cinco piedras". Así se contó en el
pueblo, pero si hubo algo cierto en esa historia era la propia
sopera de Chano que lo acompañaba a todos los sitios que iba,
incluyendo claro está las pesquerías.
5
Era de poco hablar, pero muy cariñoso con los muchachos. A
los cinco años ya el mayor tirabatarrayas y colocaba paños en
los canalizos, mientras el más pequeño y Hortensia aprendían a
tejer las redes para los paños. Tenía una tarraya con los colores
del arco iris desde el centro hacia los bordes, él mismo la había
tejido y los plomos formaban figuras de peces, estrellas de mar y
anclas fundidas también con sus propias manos. A los tres les
encantaba y constantemente se disputaban entresí el privilegio
de ser el primero en lanzarla al agua.
En un tiempo de escasez del carbón y acabado de llegar del
mar, cansado y con un hambre atroz, les dijo: "Ven la tarraya,
pues será del que más leña logre conseguir... ahora". Los niños
miraron a la madre buscando aprobación mientras esta con una
mueca de "dejenmetranquilacarajo" les dio el visto bueno
esperado y acto seguido salieroncorriendo por la puerta.
Aprovechando la intimidad creada por la ausencia de los
niños, Chano atrae a su mujer hacia sí, disfruta cada espacio de
ese cuerpo que le afiebra cada nervio, caderas anchas, nalgas
grandes que se expanden prepotentes sobre la cama cuando,
boca abajo, descansa después de cada duelo de amor. Con ambas
manos le recorre los muslos subiéndole la falda, sabe que ella...