La Ira
Antes que nada, la ira no siempre es pecado. Dios está airado (Salmos 7:11; Marcos 3:5), y a los creyentes se les permite estar airados (Efesios 4:26). En el Nuevo Testamento son usadas dos palabras griegas para la palabra“ira.” Una (orge) significa “pasión, energía;” la otra (thumos) que significa “agitado, ebullición.” El diccionario Webster define la ira como “emoción excesiva, pasión incitada por un sentido de daño o injusticia;” este daño puede ser hacia nosotros o hacia alguien más. Bíblicamente, la ira es una energía dada por Dios con la intención de ayudarnos a resolver problemas. Ejemplos de ira bíblicaincluyen la confrontación de Pablo con Pedro, por su mal ejemplo en Gálatas 2:11-14. David, disgustado al escuchar al profeta Natán compartirle una injusticia (2 Samuel 12), y Jesús airado por la manera en que algunos judíos habían corrompido la adoración en el templo de Dios en Jerusalén (Juan 2:13-18). Nótese que ninguno de estos ejemplos de ira involucraron la auto-defensa, sino la defensa deotros, o de un principio.
Pero la ira se vuelve pecado cuando es motivada por el egoísmo (Santiago 1:20), cuando el objetivo de Dios es distorsionado (1 Corintios 10:31), o cuando se deja que la ira persista (Efesios 4:26-27). En vez de utilizar la energía generada por la ira para atacar el problema en sí, es la persona quien es atacada en su lugar. Efesios 4:15, 29 dice que debemos hablar laverdad en amor y usar nuestras palabras para edificar a otros, y que no permitir que salgan de nuestra boca palabras corrompidas o destructivas. Desafortunadamente, esta venenosa manera de hablar es una característica común del hombre caído (Romanos 3:13-14). La ira se vuelve pecado cuando se le permite desbordarse sin restricción, dando como resultado un escenario en el que todos a su alrededorresultan lastimados (Proverbios 29:11), dejando devastación a su camino, usualmente con consecuencias irreparables. La ira también se vuelve pecado cuando el airado rehusa ser tranquilizado, guarda rencor, o lo guarda todo en su interior (Efesios 4:26-27). Esto puede causar depresión e irritabilidad ante cualquier cosita, con frecuencia con cosas sin relación alguna con el problema subyacente. Podemos manejar la ira bíblicamente mediante:
1) Reconocer y admitir nuestra ira egoísta y el erróneo manejo del enojo como un pecado (Proverbios 28:13; 1 Juan 1:9). Esta confesión debe ser hecha tanto a Dios como ante aquellos a quienes hemos herido con nuestra ira. Tampoco debemos minimizar ese pecado llamándolo “me alteré un poco el otro día” o transfiriendo la culpa: “bueno, si no hubierasactuado como lo hiciste…”
2) Viendo a Dios en la prueba. Eso es especialmente importante cuando la gente ha hecho algo específicamente para ofendernos. Santiago 1:2-4; Romanos 8:28-29; y Génesis 50:20 apuntando todo al hecho de que Dios es soberano y tiene completo control sobre CUALQUIER circunstancia y persona que entra en nuestro camino. Nada nos sucede que Él no lo cause o lo permita. Y comotodos estos versos lo dicen, Dios es un Dios BUENO (Salmos 145:8,9,17) que hace y permite todas las cosas en nuestras vidas para nuestro bien y el bien de otros. Si reflexionamos sobre esta verdad hasta que se mueva de nuestra mente a nuestro corazón, alterará nuestra reacción hacia aquellos que nos hieren profundamente.
3) Dejando lugar para la ira de Dios. Esto es especialmente importante encasos de injusticia, especialmente cuando es hecho por hombres “malvados” hacia gente “inocente.” Génesis 50:19 y Romanos 12:19 nos dicen ambos que no juguemos a ser Dios. Dios es recto y justo, y podemos confiar en Él, quien conoce todo y lo ve todo para actuar con justicia (Génesis 18:25).
4) No regresando mal por bien (Génesis 50:21; Romanos 12:21). Esta es la clave para convertir nuestra...
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