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¿A qgé se refiere la justicia como virrud? Siir duda, a lo justo. Nosotros no disp.onemos r-ná-s gue de gn solo sustantivo, >, para designar la rcalización de lo justo y lo justo mismo. Los griegos, án-cambio,
distinguieron lingüísticamente la bixr, y la brxatooó.rq. ia s-egunda palabra
deriva de laprimera, del mismo modo que la justicia como viitud se
flnda ló-gicamente en la realidad de lo jusio. Por tanro, la pregunra fundamental q-ue debemos hacernos et estai ¿qué es lo justb? Pero"para prep.ararla podemos empezar por esta otra ¿(ué entendieron los grñgos por
Dixr¡?

- El primer texto griego conocido, que hace referencia a ella,la pone en
relación inrnediata con su contraria, la aDrxía. Esel fragmento dj Anaximandro que dice así: éE óv bé { 1éveors éot¿ roiq o'5cixar trlv g0opciv eic
tauta liveo0ar xatq, td Xpeóv. btbdva¡ 1áp aürú bíx¡v xa,r tiotv ti),.i,.Í).0¿c dlc
db¡xiac xc,ta ri¡v yodvou rójrv. O sea: <<állí donde"está la génesis de las
cosas que existen, allí rnismo tienen estas que corromperse por necesidad,
qu-es ellas tienen que cumpl,ir la justicia y pena quéreclprocamente Ee
deben por lu injusticia confo¡me al orden del tiempoo. lQue significa
este texto? t
El tiempo cósmico es, en $t costttos u orden mismo, instauración
restauración- de la justicia o dike, cenamiento de todos los círculos
-y
qu€ van abriendo las dive-rsas injusticias o adikias (restauración del equilibrio perturbado, antapldosis pitagórica, antídosis aristotélica). Diki es,
p-ues,p¡imariamente, el orden de la physrs que, como esta misma 2, incluye.en sí el -de lg pólis y, en ge-neral, el de las cosas humanas, y que se
cumple por virtud de una conce-pción rítmico-religiosa del tiempo t, porque., en. efecto, el ti9mp9 es dialéctico, de tal modo que hay un tí..po
dela adikia.o perturbación de la-justicia,-pero rras élhay u¡r iiempo de-la
remuleración, de- la expiación, del sacrificio...Realización cíclica que se
cumple por uná ley del destino, pues, como ya hemos dicho, se ráta de
una concepción cósmica y no simplemente moral.
La primera fotma, por tanto, bajo Ia gue-se ha concebido la, digamos
impropiament€-, dikaiosyne ha sido, pues, no la de una virtud
-aunque
humana, sino la de una vindicación cósmica, divina: es la Némesís. La
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palabra nérnesis, como la palabratbenis, expresa en su etimologla misma
(áe nomos y vé¡ro y de la ruíz ie, de donde l0r¡¡rt, respectivamente) la
idea de un reparto o disribución del destino que da a cada uno su parte,
a la que hay que atenerse, respetándola, so pena de ser perseguido por
la némesis. Es, pues, la hybris humana la suscitadora de la némesis divina.
De aquí que la primera virtud humana, la primera vittud moralconcerniente a la dike, no sea, para los griegos, la dikaiosyne, sino la némesis
humana, que no consiste sino en la conformidad con la nénzesis divina; es
decir, en alegrarse del bien y el mal merecidos que, como hemos visto,
tarde o temprano, <>, habrán de ser, respectivamente, reconlpensados y penados a.
Hemos visto antes que la dike s se manifiesta en el orden cósmico.Pero ¿en qué consiste? En <> o <>, en <(justeza>> o .,aius'
tamiento>> 6 cósmico. El orden del universo resulta de que cada parte se
ajusta bien, entitativa y operativamente a las demás. Pues bien, la virtud
de la dikaioslne, descubierta por Platón, es como la vettiente ética de
esta concepción de la dike y consiste en la demanda de que este ajustamiento operativo acontezca, aslcorho en el cosmos, en el alma y en la
ciudad, o sea que cada parte del alma y cada miembro de la ciudad haga
lo suyo, con lo cual se logtarla Ia armonía anlmica y la política; en suma,
la moralidad en cuanto tal. Este amplio concepto de 7la justicia sigue
siendo también el aristotélico. En efecto, para Aristóteles la justicia legal
oü pápoq ripeu¡; dllt' dli ápeq éotiv no es una parte de la...

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