La leccion del maestro

Prólogo


Es con mucha alegría que presentamos la primera obra de Andrea.
En sus páginas encontrarás la sencillez de una vida extraordinaria, en busca de un cambio de rumbo en nuestra educación.
Si te dedicas a la docencia encontrarás un rayo de esperanza en el gran propósito de tu vida, sino es así, podrás mirarte, mirar tus afectos, tu familia más allá de todo límite y entender el poderde Trascender en el lugar que estás.
Esta será la primera obra de muchas que Andrea escribirá para darnos Fe y mejorar nuestra calidad de vida.
Gracias a personas así, el mundo está mejor!


Daniel & Gabriela Machado
Directores Casa De Restauración
Maldonado, Uruguay














Agradecimiento




(por completar)La Lección del Maestro

Lo más probable es que si tienes este libro en tus manos seas docente o maestro. Por un momento mírate las manos, si tienes el anillo con esa abeja laboriosa que siempre asociaron con nuestro desempeño, fíjate lo gastado que está. Te vienen recuerdos agradables, otros quizás no tanto; experiencias nunca más vividas y otras que quisieras nohaber vivido jamás.
Pero ahora te pregunto : ¿si tuvieras la chance de volver años atrás y elegir tu profesión, optarías por la misma?
Si tu respuesta es afirmativa, continúa leyendo; si tu respuesta no lo es, continúa leyendo.


Ya han pasado más de diez años de carrera y algunos a veces volvía de la escuela pensando a qué otra cosa dedicarme porque me sentíadesbordada. Pero en mi interior tenía la certeza de que mi cansancio, mi “stress” no venía del hecho de ser maestra y trabajar con niños sino de situaciones mal resueltas, de maneras quizás equivocada de ver las cosas, de hacer “lo que me enseñaron y dice el programa” o “lo que hacen los otros maestros de mi escuela”.

Tú no eres como las otros maestros de la Escuela, por eso estásleyendo este libro. Tú estás buscando algo que sientes te falta, que no hace sentirte pleno con lo que estás haciendo, que no te hace sentir feliz.











Quiero compartirte mi experiencia: estos últimos dos años trabajé como secretaria en una escuela de práctica de la ciudad; mas de setecientos niños y treinta maestros . Nadie quería el cargo desecretaría porque era muy complicado. Hasta que el director me llama y me lo ofrece personalmente. Pensé que no perdía nada aceptando la oferta y así lo hice.
“¡Qué bueno, así no estás con niños!”, era el comentario de algunos colegas. Aunque a mí sí me gustaba estar con los niños, tomé el nuevo cargo como una nueva experiencia. Según mi manera de pensar, “si se me presenta esta oportunidad, esporque sin duda algo nuevo aprenderé”. Y acepté.

Pero, ¿siempre lo bueno es agradable? La respuesta ya la conoces…¡No!
En mi escritorio terminaban la mayoría de los problemas, de los niños, de los maestros y de los padres. Que se agregaban a los “enfrentamientos” que tenía con algunas “compañeras”. ¿Motivos?, ¿Causas? No las conocía.
Así pasaron dos años durante los cualesaprendí que, si bien es cierto que el trabajo “dignifica” a la persona, la persona debe “dignificar” la tarea que desempeña y más aún si estamos considerando la tarea de educar.

La vida nos enseña; el método: la experiencia. Y no somos promovidos hasta no obtener el puntaje máximo, que es la excelencia.
Lo mismo que nos gusta ver en nuestros alumnos:prolijidad, buen carácter, buen desempeño, afecto; lo tendríamos que impartir nosotros, ya que si no “rendimos” de esa manera, repetimos una y mil veces las mismas experiencias , pasamos por los mismos conflictos año tras año, sin aprender que , de superar un conflicto de forma correcta y cuando sentimos paz en el alma, es cuando aprobamos esa materia del curso de la vida.
Pero cuando ya...