La Lectura De Evangelización En La Nueva España
Pilar Gonzalbo A.
Lectura y catcquesis
-^La espada y la cruz fueron los símbolos de la conquista en los momentos en que nacía la Nueva España^ momentos de embriaguez gloriosa para los conquistadores y de angustioso desconcierto para los vencidos. Junto a la espada llegó la pluma de los escribanos, de los funcionarios reales y de losjuristas; y cerca, muy cerca de la cruz, estaba el libro, o los libros, de la revelación, de las sutiles cuestiones teológicas, de los fervorosos arrebatos místicos y de las pecaminosas aventuras galantes. Ya hacía tiempo que los libros habían comenzado a salir de los escritorios de los monasterios y de los claustros catedralicios, de las universidades y de los conventos, y viajaban en el equipaje delos burócratas y de los misioneros, en los carros de los comediantes y en la alforja de los picaros y aventureros^El conocimiento de la lectura se difundía por ciudades y pueblos de Europa y el libro se convertía en instrumento de difusión de la cultura y vehículo de expansión de creencias y justificación de actitudes./
/Los lectores, que antes eran solamente clérigos y maestros, se encontrabanya entre los más diversos grupos sociales: predominaban los hombres, pero también leían algunas mujeres; tenían excelentes bibliotecas los prelados, pero muchos clérigos pobres eran igualmente aficionados a las letras; virreyes y altos funcionarios se preocupaban por fomentar la instrucción popular en América y maestros de gramática y primera ense-
Piiar Gonzalbo
La lectura de evangelizarían
11ñanzajXruzaban la Mar Océano, abrían sus escuelas y se disponían a poner en práctica aquellos proyectos.
No sólo los tratados teológicos y los estudios jurídicos, los textos de medicina y los compendios de astrología, sino también los libros de caballería, las novelas pastoriles, las picarescas y las obras poéticas producidas en el Viejo y en el Nuevo Mundo constituyeron el material delectura de los novohispa-nos, a despecho de restricciones y barreras impuestas por el gobierno metropolitano. Los libros reseñados en catálogos de bibliotecas conventuales y particulares, en listas de embarque de las flotas y en inventarios sometidos al dictamen_de la Inquisición, muestran la variedad y abundancia de textos literarios, jurídicos, teológicos y científicos que estuvieron a disposición delos lectores de la Nueva España. Las lecturas del México colonial merecen un detallado estudio, que aún está pendiente; entre ellas se encuentran las obras destinadas a la evan-gelización, que constituyen un interesante apartado, privilegiado en cantidad y especialmente sugerente por su influencia social. A él se refieren exclusivamente las notas que constituyen este capítulo.
Losrecursos didácticos en la evangelización
Desde el primer momento el imperativo de la evangelización imprimió un peculiar carácter a la producción literaria de la América colonial. La tarea de los frailes trascendía los muros de los conventos y los pulpitos de las iglesias; un puñado de hombres con vocación mesiánica se consideraba responsable de la salvación eterna de millones de aborígenes^Easlecturas de españoles y criollos laicos podían ser virtualmente las mismas que disfrutaban sus contemporáneos del Viejo Continente, pero misioneros y neófitos participaban desde sus respectivas posiciones en la expansión del reinado de Cristo, para el que debían prepararse con el estudio y la penitencia; disponían para ello de una variada colección de textos religiosos, dogmáticos y morales, encastellano y lenguas indígenas, cuyo mensaje consistía en una adaptación de las enseñanzas evangélicas a las condiciones impuestas por la situación local.
Durante los primeros años del dominio español comenzó a ponerse en práctica un proyecto de alfabetización general de
los indios en sus propias lenguas. Los hijos de caciques y principales y algunos otros niños recogidos en los conventos para...
Regístrate para leer el documento completo.