La Ley de consULta previa y Las paradojas de La indigeneidad en La sierra deL perú
Stéphanie Rousseau*
Los debates sobre “lo indígena” son de larga data. En las últimas décadas han estado vincu-
lados a la trayectoria de los movimientos socia- les en el Perú, donde lo indígena en un sentido político ha sido caracterizadopor varios autores como “ausente”, “débil” o “predominantemen- te amazónico” en comparación con los casos de países vecinos. Esto explicaría que lo indígena no haya tomado hasta hoy un lugar central en la po- lítica nacional (Degregori 1999, Paredes 2010). Unas voces resaltan el andinocentrismo de tales puntos de vista (Greene 2006), mientras algunos autores han propuestoanálisis interesantes de movimientos campesinos de la sierra y la costa entendiéndolos como movimientos indígenas, y
* Politóloga, profesora en el Departamento de Sociología de la
Universidad Laval, Canadá. Investigadora visitante en el IEP.
han señalado varios fenómenos de movilización étnica en la política rural y nacional (García y Lu- cero 2011, Landa 2006, Montoya 1989,Pajuelo
2010, Pajuelo Teves 2006, Paredes 2010).
En este corto texto, me concentraré en comentar algunas paradojas y desafíos que surgen alrededor del proceso de institucionalización del derecho a la consulta a los pueblos indígenas. Mi argumento central es que, a través de avances aparentemente importantes en los derechos indígenas que pro- mueven la inclusión política deun gran sector de la población peruana, se siguen reproduciendo meca- nismos de control de la representación de lo indí- gena por parte de las élites estatales, intelectuales y políticas, que en muchos casos pasan por alto la naturaleza socialmente construida y políticamente contextualizada de la categoría social “indígena”.
ARGUMENTOS
COYUNTURA
Lainstitucionalización del derecho a la consulta con- lleva una intensa labor de definición de lo indígena (qué es, quiénes son) que tiene efectos paradóji- cos: puede restringir de modo demasiado estrecho el abanico de lo que la categoría debería cubrir y, por ende, potencialmente quitar derechos a ciertos sectores de la población; al mismo tiempo que es un elemento importante en laconstrucción de la in- digeneidad y contribuye a cambiar percepciones y correlaciones de fuerza a favor de mayores reclamos fundamentados a través de identidades indígenas.
Se podría decir que el punto de partida de la si- tuación actual fue la intervención del expresidente Alan García, que vino a ser el preámbulo de los dramáticos eventos conocidos como el Baguazo: su discurso del“perro del hortelano” caracterizaba una y otra vez a la población indígena como ene- miga del progreso del país y de la nación. Como es de conocimiento general, estos comentarios ra- cistas y excluyentes, junto con el Baguazo mismo, han producido una suerte de despertar político en varios círculos sobre la necesidad de construir me- canismos de prevención de tales conflictos. A partir delBaguazo, las demandas de los indígenas acerca de su derecho a ser consultados sobre los grandes proyectos de explotación de recursos naturales en sus territorios —entre otros asuntos— adquirieron un carácter de urgencia y de legitimidad que no habían tenido desde que entró en vigencia el Con- venio 169 en Perú en 1995. Desde entonces, la agenda del derecho a la consulta se havuelto cen- tral en la relación entre las organizaciones indíge- nas/campesinas y el Estado, a tal punto que uno de los primeros pasos dados por el gobierno de Ollan- ta Humala fue la aprobación de la Ley de Consulta Previa y su reglamento, en un lapso bastante corto.
Para implementar la consulta, el Ministerio de Cul- tura ha elaborado una base de datos referencial que define...
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