la leyenda de las dos gemelas y de el fabricante de espejos
Un día una madre tuvo dos hijas, 2 gemelas, su madre siempre las acompañaba al colegio y nunca las soltaba de la mano, para ir a la escuela tenían que cruzar una carretera.
Un día a la madre, que ya estaba dispuesta a acompañarlas, le llamaron por teléfono. Su jefe que la necesitaba urgentemente. La madre, dubitativa, dejó que las dos niñas fueran solas a laescuela, pero justo al cruzar la carretera las atropellaron…
Al cabo de 1 año la madre volvió a tener gemelas, idénticas a las otras, justo cuando las estaba acompañando, en medio de la carretera, la madre noto que las hijas le apretaban fuerte la mano, y decían :
-Mama no nos sueltes ,aquí fue donde nos atropellaron-
EL FABRICANTE DE ESPEJOS
Dicen que en el siglo XV vivía en Veneciaun fabricante de espejos, que ofrecía delicadas obras a las damas y portentosos muebles a los nobles. Cierto día llegó a su morada un hombre de tez morena y vestimenta negra, con una sonrisa hedionda y torcida. Tras saludar al fabricante de espejos por su nombre, el hombre de piel oscura se reveló como nigromante de Oriente, mago, adivino y hechicero. El fabricante de espejos, asustado, intentóecharlo de su casa, pero el nigromante alzó su mano llena de anillos de plata, y le dijo que en breve un noble le pediría algo imposible, y que tan sólo el nigromante podía ayudarle a conseguirlo. Ignorando al mago, el fabricante de espejos le hizo salir, pero no pudo olvidar la advertencia.
Así fue que llegó a su hogar un noble, orgulloso y pelirrojo, que vestido de seda y armiño le ofreciótanto oro como no había visto el fabricante de espejos en su vida. El noble le hizo un encargo, le pidió un espejo distinto a todos los espejos, tan especial y magnífico que todos quedasen sorprendidos ante él. Cuando el noble se marchó, la advertencia del nigromante volvió a resonar en la cabeza del fabricante de espejos. Salió a las calles de Venecia, atravesando los puentes, recorriendo lascallejuelas, cruzando los canales, buscando, en definitiva, al mago de Oriente. Cuando volvió a su casa, al anochecer, cansado y desesperado, el nigromante le esperaba sentado en el portal, con una sonrisa codiciosa en los ojos. Haciéndole pasar, el fabricante le ofreció una cuarta parte del oro a cambio de su ayuda, pero éste lo rechazó, diciendo que tan solo pedía obediencia ciega y secreto, lo cuál elfabricante aceptó sin rechistar.
Tomaron una lámina de vidrio, y la cortaron con un diamante hasta darle una forma perfectamente redonda. El nigromante entonces tomó el diamante, y se acercó al vidrio recién cortado. El fabricante intentó detenerle, temiendo que dañase el cristal, pero el mago pidió tranquilidad, y con cuidado y meticulosidad escribió en el margen del círculo setenta y nuevesímbolos que el veneciano no había visto nunca. Luego el nigromante sacó una bolsa de cuero y un bote de cristal, que apestaban a muerte y putrefacción. En el bote se veía un líquido espeso y rojizo, que el fabricante reconoció como sangre. En el saco pudo ver, cuando el nigromante lo abrió, una mano humana, reseca y verdosa, que le hizo trastabillar hacia atrás. Pidió el mago un hornillo, y en élcolocó la mano, vertiendo encima la sangre. Con yesca le prendió fuego, y un vapor oscuro de olor dulzón llenó el taller, haciendo que el veneciano se tapara la nariz con su pañuelo. En ese fuego ahumaron el cristal por completo toda una noche, hasta que la más absoluta negrura habitaba en su interior.
Llegó la hora de azogar el cristal, por lo que el fabricante hizo traer mercurio y estaño.El nigromante tomó uno de sus anillos de plata, con una piedra de jade engarzada, y arrancando la piedra hizo fundir el anillo, y mezclarlo con el estaño. Luego sacó un frasco retorcido y vertió su contenido sobre el mercurio, tiñéndolo de negro. Con esos materiales, azogaron el espejo, dejándolo reposar bajo un paño y varios pesos durante todo un día. Cuando terminaron, tenían un espejo...
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