LA LEYENDA DE LOS PURURAUCAS

LA LEYENDA DE LOS PURURAUCAS
Escena 1: Anuncio
Suena la dulce quena que da comienzo a una música celestial, el sutil silbido del viento envuelve el recinto principal del palacio real, que tiene como único espectador, al joven príncipe Yupanqui, hijo menor del actual Rey inca Viracocha. Con estas mágicas melodías, Yupanqui se eleva hasta la nube de su alma y siente al viento, la tierra, el aguay el fuego reflejarse en tambores quenas y flautas.
En medio de este ceremonial musical, ingresa al reciento su maestro Anan
Capacc, vestido de hermosa túnica morada bordada deliamente con hilos de oro, en su cabeza portaba un circulo de dorado que representaba al sol. Se queda escuchando unos momentos, hasta esperar que cierren el primer acto musical con místicos icaros inspirados desde elinterior del príncipe. Terminado el cantar de su discípulo, Su maestro Anan Capacc aplaude amorosamente mientras grita, viva los cantos, viva la música que nos conecta ala mística de nuestro ser. Joven príncipe tengo que hablar contigo dice amablemente el maestro, dime querido amauta siempre es justo y necesario oír tus palabras. Tu padre y Tu hermano huyeron de sus puestos de batalla contra loschancas. La cuidad esta desprotegida necesita un protector. ¿Soy yo? Pregunta el príncipe. Si eres tú el protector! Es el llamado del dioses. Wiracocha ha posado sus sagrados ojos sobre tu frente, le dijo Anan Capacc. Es tu destino proteger el imperio inca, a su gente y su ideal de luz. Yupanqui decidido acepta la tremenda responsabilidad. Su maestro pide a los músicos que continúen y se quedanescuchando por un momento la música de los cielos.
Escena 2: Presentación
Realiza junto con todos sus generales la ceremonia del saludo al dios sol y luego parten todos juntos hacia los pueblos aledaños, con el fin de juntar guerreros para la batalla. Al llegar a los pueblos nota a la gente desalentada y sin mucha esperanza, peor aun cuando ven al imberbe príncipe. Sienten desconfianza por su juventud ysu inexperiencia externamente aparente. Pero con grandes discursos dignos de un verdadero rey, el joven Yupanqui, toca las almas de los pobladores, quedando estos entregados a la voluntad celeste del Inca.
Escena 3: Reconocimiento
Así, va recorriendo diferentes pueblos realizando inspiradores discursos, uniendo a la gente aún más al ideal inca. Ya de Regreso a cusco después de casi 3 semanas decansados viajes. El príncipe decide parar cerca al poblado de Pisac para refrescarse, se aleja unos considerables metros de su pelotón hasta perderlos totalmente de vista, en el camino sube unos cuantos metros montaña arriba, bordeando una delgada hilera de agua, que fluia desde su cuna de nacimiento en la punta del nevado Pitusiray. Continua subiendo hasta que encuentra un pequeño estanque donde elagua estaba totalmente mansa clara y cristalina, era como un espejo de la naturaleza. Cuando estaba por tomar con sus manos un gran puñado de agua para refrescarce, asi de repentino como el primer rayo de luz anunciando el nuevo día, le llegaron las palabras de su maestro en ese momento. “Todo lo que está en la tierra es un reflejo de los cielos, es por eso que puedes ver el sol desde un mansoarroyo y si asomas tu rostro veras tu ser”. En ese momento Yupanqui experimento una revelación, supo quién era. Observo en el pequeño arroyo la belleza del sol, las nubes y el celeste cielo y al ver su rostro reflejado también, entendió que había venido a esta tierra para retribuir a tremenda generosidad de la naturaleza sentía que desde el cielo interior de su alma, debía aflorar el amor, la buenavoluntad, y el servicio desinteresado hacia los demás, así estaría cumpliendo con su destino como ser humano, el de aportar belleza al mundo que le rodea. De la misma forma que lo hace, el sol, la luna, las estrellas y ese preciso momento ese pequeño estanque. El inca Yupanqui sonrió desde el fondo su corazón y ala vez desde el rayo de luz que acariciaba su rostro, luego tomo un puñado de agua y...