La leyenda del charro negro

LA LEYENDA DEL CHARRO NEGRO.

NARRADOR: (Cuenta la gente que hace muchos años, existió un poderoso y gran señor español, que después de haber vivido bastante tiempo en el Teúl, decidió con todo lo que había juntado en su vida; comprar la Hacienda de la Estancuela. Pues el dueño anterior no la pudo liberar de una hipoteca que sobre ella recaía).

(Tres trabajadores platicando enuna cantina).

PLUTARCO; ¡ Hey tú !, trai pa acá una botella de Tequila…
MESERO: Sí, señor.
CHENCHO: Oigan, ya se enteraron que el patrón vendió la Hacienda para pagar una deuda que tenía y se fue pa la ciuda.
NARCISO: Sí, tan diciendo quel nuevo dueño vivía en el Teúl y que pronto llegará…
PLUTARCO: Pos a mí no me da buena espina eso y va a ser muy difícil que podamos confiar enél.
NARCISO. Pos mientras no nos corra y sigamos trabajando en la Casa Grande yo estaré tranquilo.
CHENCHO: Pos eso sí…

(En eso entra María Candelaria; esposa de Chencho y se lo lleva de las orejas).

MARÍA CANDELARIA: Chencho!, Mira nomás ¡qué bonito!, otra vez tomando con tus amigotes…
CHENCHO: Pero María Candelaria no te enojes…
MARÍA CANDELARIA: No te enojes!, que quieres quehaga, tu divirtiéndote y tus muchachillos allá sin huaraches, … andele jalele pa la casa.
CHENCHO: Mi terroncito de azúcar pero si ellos me invitaron…
MARÍA CANDELARIA: Uy sí, seguramene te torcieron el brazo, andele ya vamonos.
NARCISO: No cabe duda que le gusta la mala vida.
PLUTARCO: Hey…

(En la Hacienda llega el nuevo dueño).

CHARRO: (Respirandoprofundamente), Anastasia, éste será nuestro nuevo hogar de ahora en adelante, bien valió la pena tanto sacrificio.
ANASTASIA: Claro, espero que podamos vivir tranquilos.
CHARRO: Así será, ya verás.
HIJA 1: Hay mamá, nosotros los ricos siempre vivimos bien en cualquier lugar…
HIJA 2: Sí, lo malo es que siempre tenemos que estar rodeados de gentuza… ash!
CHARRO: Niñas por favor dejen suscomentarios para otro día y mejor vallan a ver sus habitaciones…
CHARRO: Maclovia (sirvienta), llévate a las niñas y prepara algo de comer…
MACLOVIA: Sí señor, le prepararé unos chilaquiles bien sabrosos….

(En eso llega Chencho).

CHENCHO: Buenos días, es uste el nuevo patrón.
CHARRO: Sí, ¿eres tú trabajador de la Hacienda?
CHENCHO: Sí, señor.
CHARRO: Llama por favor a todos los demás ydiles que el nuevo patrón quiere hablar con ellos.
CHENCHO: Sí patrón, ya vuelvo.


(Después, cuando los peones se reúnen frente a la Hacienda).

CHARRO: Señoras y señores solo quiero que sepan que a partir de ahora yo seré el nuevo dueño de la Hacienda, quiero que todos sigan con su trabajo y mi intención será trabajar muy duro para hacerla crecer.
PEONES: Graciaspatrón (los hombres levantan las gorras).
CHARRO: Es todo señores pueden retirarse y seguir en sus labores.

NARRADOR: (Durante años y felices días la hacienda produjo granos en tal cantidad que elevaron a su dueño a la categoría de DON, por título real de su majestad, que el DON a buen precio pagó).

(En la Hacienda, está Don Aurelio y Chencho…).CHARRO. Mira!, ¿que tal Chencho, ya viste?
CHENCHO: No patrón.
CHARRO: Pues mira y lee…
CHENCHO: Uuy pos eso si va estar difícil esque yo no se leer…
CHARRO: Hay Chencho, como eres bruto ¡por qué no eres un trabajador normal!
CHARRO: Fíjate bien Chencho, esto, es mi título de DON, imagínate “DON AURELIO”, apoco no se escucha apantallante, y después compraré más tierras para hacerun DONATAZGO, así como un marqués forma un marquesado, yo tendré mi propio DONATAZGO.
CHENCHO: Qué bueno patrón me da mucho gusto por uste…
CHARRO: Andale pues ve y vigila que todo en el campo esté en orden y ya sabes al que se queje dile: “sol sale, sol mete, ni no te conviene vete”.

(Narciso y Plutarco trabajando en la labor).

PLUTARCO: Ya no aguanto más ese...