La libertad
Cuando salí de Mexicali por un periodo dedoce meses, nunca habría imaginado de que manera cambiaria este concepto en mi, puesto que en la víspera hasta casi de mi regreso, como un resorteentraba a coincidir con la ola en cuanto a la aplicación de restricciones en todo y a todos aquellos que tan prontamente fueran desobedientes a toda lasseñales de orden. Indudablemente seria un absurdo que nuestros funcionarios homenajeados y cuidadosos de los placeres que brinda su investiduraabandonen por tanto tiempo el “hueso” y mas que todo, vayan con su carga de inteligencia en la mente receptiva depositada. Lo que si observaría es que conhumildad se den cuenta que los absurdos que hasta ahora cometen una y otra vez, nos llevara a parecernos a mediano o largo plazo a la capital de nuestracultura mexicana, la ciudad de México, creo que no hay de otra. Hace mas de diez anos lo imagine asi. Ahora ya podemos ver en nuestra ciudad“franeleros, cada vez mas vehículos pasando las señales en rojo, o teniendo que ignorar las cada vez mas frecuentemente mal situadas señales de alto..
Regístrate para leer el documento completo.