La Literatura Infantil, Un Espacio De Reconocimiento e Integración

Ponencia leída en las Jornadas Docentes de 2006 (Feria del libro Infantil y Juvenil - 24 al 27 de Julio de 2006) en el marco del Módulo D, destinado al área de educación especial, de la salud y a centros especiales y comunitarios. Está basada en experiencias directas en escuelas especiales.

Quisiera comenzar agradeciendo profundamente a quienes me convocaran para formar parte de este panel.Como siempre ocurre en estos casos, la invitación me obligó a realizar un esfuerzo sistematizado, ir contracorriente del trajín diario para enfocarme en el tema objeto de estudio. Ordenar el pensamiento hasta esbozar, primero y luego dar forma acabada a un cuadro de situación destinado a ser expuesto.
¡En el proceso gané y perdí, que es una forma de decir que gané dos veces. Perdí la certeza decreerme conocedora a priori de todas las variables y sus implicancias, sin lugar para la sorpresa. Gané una mayor comprensión del fenómeno en cuestión, de mí misma y de mis propias carencias. Porque éste fue mi primer gran descubrimiento. Examinando las discapacidades cuidadosamente clasificadas y rotuladas de los otros descubrí las mías propias y por extensión la de muchos otros, no porinadvertidas menos reales.

Cerrar los ojos, mostrarse indiferentes, ser insensibles ante el dolor ajeno, el hambre, la ignorancia, la Naturaleza, el arte, la belleza, la fealdad, el bien y el mal y todo aquello que nos inviste de la humanidad más absoluta son formas de discapacidad tanto más graves por solapadas. También lo son la desidia intelectual y la autocomplacencia.

Pero, a veces, sucede que lofortuito adquiere categoría de providencia para bendecirnos con su inevitabilidad. En mi caso llegó bajo la forma de un pedido. Alumnos de una Escuela de Enseñanza Especial habían leído mi libro “A medio metro del suelo” y querían conocer al autor. El hecho en sí me pareció extraordinario por inusual. Fui en guardia y expectante como que se trataba de una primera vez. Creí que me enfrentaría a undesafío. Creí que me esperaba un serio esfuerzo de comunicación. Pero bastó poner los pies en aquella escuela especial como especiales son los seres que asisten a sus aulas, para que mis temores desaparecieran. La sensación más palpable fue la de estar reencontrándome con un grupo de amigos entrañables. Viejos conocidos de la vida a quienes por algún motivo había dejado relegados. Habían estadoahí esperando y esperándome y con la simpleza de quien comprende las circunstancias sin exigir explicaciones me recibieron con los brazos abiertos haciendo caso omiso de mi tardanza. Se conformaron con mi presencia sin importarles los por qué. Me querían desde siempre, siempre me habían querido y sólo Dios sabrá hasta cuándo me seguirán queriendo.

En el transcurso del encuentro nos matamos porllevar la voz cantante, hacer chistes, y pasarnos de listos, cambiamos opiniones y hasta nos juramos amor eterno. Y cuando todo terminó, esta autora, cansada de tanta intolerancia y efecto invernadero sintió que acababan de regalarle algo inestimable que guardaría por siempre entre sus tesoros más preciados.

Y sin embargo, hay algo que conspira contra la ocurrencia misma de este tipo deacontecimientos; algo enraizado en el seno de la sociedad y el individuo mismo. Tan sutil aunque eficaz, tan certero e inaprensible que nos somete a una docilidad de la cual apenas tomamos conciencia.

Existe un impulso generalizado a aceptar la grilla cultural que se nos impone desde el nacimiento bajo el nombre de “realidad” sin ánimo de discutirla, ni siquiera cuestionarla.

Es necesario quetranscurran años tal vez antes de sentir la necesidad de preguntarnos sobre la validez de todo lo que hasta el momento hemos dado por sentado. A algunos se nos va la vida sin que tal oportunidad nos llegue y permanecemos prisioneros sin imaginar, menos aún conocer, otro estado de cosas.

Salirse del propio cuerpo, expandir la conciencia, abrir la mente, sencillo como pueda parecer para algunos es un...