La literatura revolucinaria
La novela revolucionaria tiene una resonancia es tal en el ánimo al leerse, ya que se va más allá de los acontecimientos, de los personajes o la forma en que se recrea la historia y el autor: una esencia propia, nacional; por lo que, el lector mexicano se encentra involucrado y fascinado en lo que es suyo, y el lector extranjero reaccionan con curiosidad enlo “otro”, en lo mexicano.
Las características de la novela revolucionaria giran alrededor de la vida política de esa época: muchas revueltas sin un jefe, pero con muchos caudillos; sin ideólogos rectores, sin programas congruentes; más que una guerra civil, este agregado de rebeliones por el pueblo. Trascendiendo por el proceso de una larga historia: la batalla política se transforma en unalucha económica y llegó a ser la toma de conciencia del país. Así, después de las batallas, siguieron las fases de reflexión y teoría, las cuales se ven influidas por las reformas sociales que prosiguieron.
Siendo tal la Revolución, un proceso social sumamente complejo, de múltiples causas y de fines todavía abiertos, la novela revolucionaria no tiene una clasificación como tal; puesto que algunasnovelas pueden referirse a hechos posteriores, por ejemplo La sombra del caudillo, o bien, a hechos contrarios, como el movimiento cristero, por ejemplo Los cristeros. La Guerra Santa de Los Altos. Así mismo la novela revolucionaria no tiene un tiempo cronológico específico, puesto que hay una distribución en su aparición: durante el movimiento armado, posteriormente al movimiento y en años muchomás recientes.
Gran parte de la novela de la Revolución describe episodios violentos y conmovedores, personajes crueles o con gran capacidad de sacrificio, pero atrás de todo esto se percibe el estremecimiento popular. “La nueva realidad pintada en la novela de la Revolución resultó una afirmación nacionalista al dar vida a los nuevos anhelos e intereses del pueblo (…)” . Esta novela no defiendela gesta armada, reconoce y ensalza la fuerza del pueblo, la resistencia de los campesinos, la voz colectiva de los marginados, pero no incita a la lucha; constituye un “yo acuso” a los hombres que, después de las batallas, ocuparon los cargos políticos, y al mismo tiempo, forma una conciencia nacional.
Sin embargo, no hay que olvidarse del contexto sociopolítico de esta época pos-revolucionariaen la cual los nuevos gobernantes trataban de convertir los ideales y las promesas de la lucha armada en hechos concretos. Sentían la urgencia de hacer palpable la diferencia entre el porfiriato y el México nuevo, de marcar el cambio con productos nuevos de una índole distinta y particular. Parte fundamental de esta campaña fueron los programas para fomentar la cultura nacional a base deldestacamiento de elementos históricos a los cuales el porfiriato no daba importancia central. No nos debe sorprender, entonces, que el acontecimiento principal de esa diferencia resultara ser la Revolución misma, como hecho y como tema. Pero si eso era tan obvio para los triunfadores de la lucha armada, ¿cómo podían explicar la ausencia de esa temática en las artes nacionales? Dicha ausencia se tenía queremediar.
El gobierno estaba dispuesto a promover su auto glorificación a través de nuevos proyectos artísticos, sobre todo si apoyaban su imagen populista. Sólo pedía que los artistas no atacaran al mismo gobierno que les brindaba el apoyo. Sin embargo, no siempre pudieron los gobernantes controlar a los productores, como muestra bien el caso de Martín Luis Guzmán, que escribió sus dos novelasmás famosas desde Europa donde vivía en el exilio provocado por ese mismo gobierno. Sus novelas no encontraron el agrado del gobierno, sino exactamente lo opuesto, la supresión. Además el mensaje de las novelas más significativas, al fin de cuentas y a pesar de cualquier crítica de la Revolución que pretendieron ofrecer, fundamentalmente apoyaba la posición centralista y aun totalitaria del...
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