La locura de Emilio Bertoldi
Emiliano Bertoldi Una oscura figura se desprendió de su mente. Loha atormentado hasta el fin.
Los restos calcinados de leña en la antigua chimenea y las viejas alfombras cubiertas a esta altura por asquerosos y putrefactos hongos son dos de las cosas quecaracterizan este agradable lugar…
Los fármacos en la alacena aguardaban ser consumidos.
Era extraño y prácticamente imposible que en estas habitaciones maltratadas y azotadas por los años y la febrilputrefacción de las paredes hubiese algo que denotara felicidad o un mínimo destello opaco y apagado de alegría. El resto de la ancestral edificación también era antigua y muy llamativa pero, al parecer,totalmente normal y corriente. Sin embargo la inquietante y fastuosa entrada despertaba muchos misterios e inquietudes en la mente y los ojos del que desafortunadamente allí se encontrara.
Smugglertomó sus pastillas segundos después de abrir los ojos, como de costumbre, sudado y agitado, consecuencia rutinaria de los amaneceres de los últimos veinte años. Y desde que sintió aquella presenciaextraña junto a el en todos los lugares de la casa comenzó a tomar dos dosis de los grises e inevitables fármacos que solo aminoraban su retorcida esquizofrenia pero no borraban el dolor de su alma ni lasextrañas imágenes de su cabeza.
Con el pasar del tiempo la esquizofrenia desquiciada y sofocante de Smuggler no empeoró pero sus sueños sí; el mundo dentro de su mente era cada vez más grotesco yoscuro a tal punto que tuvo que permanecer tres días despierto hasta que el agotamiento se encargó de todo.
Las agudas pesadillas de Smuggler siempre concluían de la misma manera infernal e indeseada,era tragado, su vida era absorbida por completo por algo macabro, vil y malvado que el no conocía ni quería conocer.
Él había ocupado esa casa desde que su antiguo dueño se había ido, aunque...
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