La Luna No Es Pan De Horno
Cuando se arroja una piedra sobre las aguas muy quietas de un lago, se produce una serie de círculos concéntricos en movimiento. Desde el más pequeño, compacto y central, hasta los más grandes y lejanos que buscan tocar las orillas demorándose mientrasse abren, todos ellos tienen el mismo eje que les ha dado vida, una primera búsqueda de lo profundo que se manifiesta en múltiples ondas que quieren abarcar el todo desde una primera mismidad. Esta imagen puede condensar una descripción de la escritura de Laura Antillano, narradora venezolana nacida en Caracas en 1950, hija adoptiva de Maracaibo y profesora de la Universidad de Carabobo enValencia, Venezuela. Sus textos se caracterizan por construirse en torno a una sensibilidad muy individual, con claros visos autobiográficos, una mirada de mujer, que elabora temas narrativos desde la experiencia más inmediata, la cotidianidad, y desde un yo ficcional femenino elaborado con los hilos de la memoria. A partir de este centro, el yo mujer se multiplica en otros, se busca en la dispersión,más allá de sí mismo, en una escritura que adopta diversas formas: desde la narración fragmentaria en distintas manifestaciones, hasta la narración lineal, así como también la coexistencia de lenguajes múltiples que abarcan lo coloquial, el lenguaje publicitario, la escritura íntima, el discurso poético.
Sus obras están marcadas por el encuentro de una memoria individual con una memoria colectiva.La geografía personal de la escritora entra en sus ficciones: Maracaibo, Caracas y Valencia. Los paisajes de la infancia y juventud, el viejo mercado marabino, el Silencio de Carlos Raúl Villanueva o las avenidas arboladas de camorucos en Valencia y los edificios de la Universidad de Carabobo, tan suyos, se convierten en la configuración de un mapa colectivo, de un imaginario del país, que sereúne con otros imaginarios como los de la cultura popular: el cine, la música popular, la publicidad, las noticias de prensa, la cultura universal, para trascender así la vida familiar y personal y reencontrarse en la historia. Todo ello permeado por una subjetividad que reúne la nostalgia con el asombro, teje narraciones cargadas de contenido afectivo y, en ocasiones, de alto vuelo poético.
Una desus preocupaciones más constantes a lo largo de su producción narrativa es la feminidad.
La búsqueda de sus personajes femeninos de un lugar en el mundo, así como la construcción de su identidad a través del encuentro con el pasado, tanto con la infancia como con las mujeres ancestrales, se manifiestan en sus cuentos y novelas. En sus textos se exploran las imágenes femeninas en el interior...
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