La Luna No Est
La luna no está
Traducido del inglés por Catalina Martínez Muñoz
Alianza Editorial
Título original: The Shock of the Fall
A Emily
Primera edición: 2014
Primera reimpresión: 2014
Reservados todos los derechos.
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© Nathan Filer, 2013
© de la traducción: Catalina Martínez Muñoz, 2014
© Alianza Editorial,S. A., Madrid, 2014
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ISBN: 978-84-206-8379-9
Depósito legal: M. 35.439-2013
Composición: Grupo Anaya
Printed in Spain
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la niña y su muñeca
Tengo quedecir que no soy buena gente. A veces lo intento, pero
en general no lo soy. Por eso, cuando me tocó taparme los ojos y
contar hasta cien, hice trampa.
Estaba donde tenía que quedarse el que se la ligaba, al lado de
los contenedores de basura, cerca de la tienda donde vendían barbacoas de usar y tirar y clavijas de repuesto para las tiendas de
campaña. Y cerca también de una zona donde la hierbaestá muy
alta, escondido detrás de un grifo.
Pero no recuerdo que estuviera allí. En realidad no lo recuerdo.
Uno no siempre se acuerda de esos detalles, ¿o sí? Uno no se acuerda de
si estaba al lado de los contenedores o un poco más arriba, cerca
de las casetas de las duchas, y si de verdad es ahí donde está el grifo.
No oigo ahora los graznidos frenéticos de las gaviotas, ni noto
el sabor del airesalado. No siento el calor del sol de la tarde, ni el
sudor en la rodilla por debajo de la venda blanca y limpia que me
habían puesto, ni el picor del protector solar en los arañazos y en
las costras. No consigo revivir la vaga sensación de que me habían
abandonado. Y tampoco, por la cuenta que me trae, recuerdo que
decidiese hacer trampa y abrir los ojos.
9
Parecía de mi edad. Era pelirroja ytenía la cara llena de pecas.
Llevaba un vestido de color crema, con el dobladillo manchado
después de arrodillarse en la tierra, y una muñeca de trapo apretada contra el pecho: una muñeca con la cara rosa y sucia, el pelo
de lana marrón y dos botones negros y brillantes a modo de ojos.
Lo primero que hizo fue dejar la muñeca a su lado, acostarla
con mucho cuidado en la hierba crecida. Parecía muycómoda, la
muñeca, con los brazos a lo largo de los costados y la cabeza un
poco incorporada. Al menos a mí me pareció que estaba muy cómoda.
Estaba muy cerca de la niña, y oí el ruido que hacía al arañar
la tierra, cuando empezó a hacer un hoyo con un palo. Ella no me
vio, ni siquiera cuando lanzó el palo, que aterrizó rozándome los
dedos de los pies, porque los llevaba al aire, con esas absurdaschanclas de goma. Yo prefería ponerme las deportivas, pero mi
madre es así. ¡Las deportivas, un día tan bueno! ¡Ni hablar! Así es
ella.
Una avispa revoloteaba alrededor de mi cabeza, y normalmente eso habría bastado para que me pusiera a dar saltos y manotazos, pero esta vez no me lo permití. Me quedé muy quieto, porque no quería molestar a la niña, no quería que me viese. Siguió
cavando con losdedos y sacando la tierra seca con las manos, hasta que terminó de hacer el hoyo. Entonces se limpió las manos lo
mejor que pudo, cogió su muñeca y le dio dos besos.
Esto es lo que mejor recuerdo: los dos besos. Uno en la frente
y otro en la mejilla.
Se me ha olvidado decir que la muñeca llevaba un abrigo. Era
amarillo, con una hebilla de plástico negra. Es un detalle importante, porque lo...
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