La más feliz

La más feliz
De Maru Sánchez

Yo debo ser cuando menos la niña más suertuda de la ciudad; no que va, de la ciudad no, del país; no que va, de país no, del mundo. Tengo algo que ninguna otra niña tiene. Ni podrá tener jamás. Yo voy a ser la señora de Clos, claro que ahora no porque soy pequeña, pero él ya me lo explico todo y me dijo que yo voy a ser la señora de Clos y que tengo que estarmuy feliz. ¿Por qué? Porque muchas niñas querrían mi suerte.
Mi suerte comenzó cuando acompañe a mi mama al mercado de la colonia hace ya como tres días… ¿O cuatro? ¿O diez?
El trineo de santa estaba parado a la entrada del mercado, con unos renos de madera al frente y un montón de enormes regalos alrededor. Santa sentado al centro iba recibiendo a cada niño, o niña, para que le dijera las cosasque querían para esta navidad.
Mi mama no quería que yo le pidiera mi regalo de navidad a santa porque decía que había mucha fila y que no podíamos esperar…Mi papa se enoja de estar esperando en casa.
Yo le dije, le rogué, le suplique, y con una lagrima apunto de rodar por mi mejilla la convencí; ella se iría a comprar, al fin que como no tenemos mucho dinero, ni se iba a tardar, y yo me quedaríaformadita para pedirle mis regalos de navidad a Santa.
Se fue, me quede formadita, habiendo prometido que me portaría súper bien y que no me movería de mi lugar. También prometí que si mi mama no regresaba cuando hubiera pasado mi turno, la iba a esperar ahí junto a los renos de madera. De cualquier manera mi mama ya le había dicho a santa: Ahí se la encargo ¡eh! no me tardo nadita.
Y yo mequede formadita, calladita y portándome muy bien, para que Santa se diera cuenta de que soy una niña buena y que me merezco todas los cosas que quería pedirle. Lo primero en mi lista: un trabajo. Para mi papá, porque desde que lo corrieron, anda de un insoportable, y mi mama llora todo el tiempo. Cuando me tocó el turno santa se portó lindísimo conmigo, me sentó en sus piernas y me acurruco en susbrazos y con una de sus manos me hacía cariñitos en una de mis piernitas, y yo sentía… unas… unas cosquillitas deliciosas. En ese momento le dijo a todos lo que seguían formados que se iba a tomar un pequeño descanso porque quería ir al baño, y como mi mamá me dejo encargada con él, pues me dijo: Ven, ven.
¡Wau! Quería que yo lo acompañara. Yo fui, no sé a qué baño quería ir, porque en lugar deirnos por el mercado, nos fuimos por el otro lado, por la calle. Yo me sentía la más importante y la más bonita de todas caminado de la mano de Santa. De cualquier manera no importaba, porque nadie nos volteaba a ver. Se detuvo en un lugar a comprarme una paleta y me dijo que iba a ir a comer. Y como yo me quede encargada con él, pues me invitó.
Fuimos a su casa. Yo siempre pensé que Santa vivíaen un lugar lejos, con muchos juguetes y con los duendes que salen en la televisión, pero no, tomamos una micro, y nos fuimos a un lugar no lejos, requetelejos. Ya casi era noche cuando llegamos a una casa, pequeña, como la mía, sin juguetes y sin duendes. Sólo una señora estaba esperando a Santa, entonces yo pensé: ésta es Mery Christmas, pero no, no era ella, era la señora de Clos, o eso medijo ella, bueno no, más bien lo que me dijo fue: Pinche chamaca, qué haces con mi marido. Entonces yo entendí que era la señora de Clos ¿No? A él no le dijo nada, nomas se le quedaba mirando, hasta que él le dijo que mi mamá me había encargado con él y que yo me iba a quedar ahí hasta que mi mamá fuera por mí, y yo feliz, la más feliz de todas, mis amiguitos de la escuela seguro se morirán de laenvidia cuando se enteren que me quede a dormir en la casa de Santa.
Luego de un rato me dijo que pensaba que no había tenido el tiempo suficiente para escuchar lo que yo quería pedir y que me iba a dar chance de sentarme nuevamente en sus piernas para que le dijera todo lo que quería para la navidad, nada más que esta vez en lugar de sentarme en una de sus piernas con las mías colgando, me subió...