la magia de las cosas

La Magia de las Cosas
Hace ya algún tiempo, en un lugar cerca de aquí, una niña de seis años
llamada Paula y su hermano Marcos, de tres, encontraron un tesoro en casa de
su tía Lola.
Al abrir eltesoro, Marcos cogió un espejo dorado y empezó a jugar con él. En
cambio, Paula se quedó atónita por un instante contemplando aquel
espectáculo de pulseras, collares, pendientes, broches… Enseguidacomenzó a
probarse las joyas delante del espejo: ahora en el brazo, ahora en el cuello,
en el pelo… Y también los broches, todos a la derecha, no, mejor todos a la
izquierda; un collar con dosvueltas y otro más encima.
– Paula, Marcos, tened cuidado de no perder nada, ¡son joyas mágicas!- les
advirtió la tía Lola al entrar con la merienda.
Paula se quedó quieta, observó las joyasdetenidamente, pero no detectó
ningún indicio de magia.
– Tía Lola, no digas mentiras, ¡eso no se hace! Soy pequeña, pero no tanto
como para tragarme todo eso de la magia.
– Paula, yo nunca digo mentiras.Si quieres, os puedo explicar el por qué de la
magia de estas cosas.
Sin dejar de comer, Paula asintió con la cabeza abriendo los ojos de par en
par.
– Estos tesoros provienen de un país muuuuygrande y lejano. Un lugar donde
nació una niña muy bonita, expresiva e inquieta; con unos ojos del color de la
miel. Se llamaba Madhavi. Cuando era muy pequeñita se puso enferma y como
su familia eramuy pobre no pudieron llevarla al hospital.
Su familia y el resto de personas de la aldea creían que su enfermedad no le
permitiría ir a la escuela ni realizar ningún trabajo. Así, Madhavi sequedaba
en casa mientras sus hermanos iban a estudiar o a trabajar. En época de
lluvias, para entretenerse, creaba esculturas de barro que regalaba con una
sonrisa a las personas que pasaban por delantede su casa. Les decía: ¡Aquí
tienes un regalo, es para ti!
Ya de mayor, un día que estaba cosiendo parches de ropa que la gente tiraba
en el porche de su casa, se le acercó una mujer y le dijo:...