La Mala Sangre escena por escena
Benigno mirando por la ventana, aparece la Mujer con una botella de vino y dos copas. Él está
eligiendo candidato para preceptor de su hija, la Mujer le dice que le agrada el tercero y éste la
insulta, la Mujer le dice te odio y reacciona con violencia para que ella se arrepienta de lo que
dijo y le diga te amo (se muestra como la Mujer es manipulada y reprimida por Benigno, que en
un momento le dice “que mejor no piense”).
Entra Fermín, Benigno le indica que el tercero se tiene que ir, que hace frío y que si tarda lo
puede “empujar” (en un momento de la escena benigno dice “el tercero no está” pudiendo así,
haber desaparecido).
No le convence ningún candidato, rechazandolos desde su ventana con excusas tontas, por su
aspecto físico. Hasta que ve a Rafael, un hombre de cara hermosa, pero jorobado. Lo elige a él,
por su aspecto físico. Benigno le pide que se desnude (de antemano Rafael había dicho que
estaba bajo las órdenes de Benigno) pero él se niega, Rafael pretende irse ante esta orden y
Benigno lo convence de quedarse diciéndole que lo eligió a él porque era limpio, estaba afeitado
y por su grande joroba (destacando que era afortunado). Benigno canturrea felizmente “La
madre se me calienta, la hija se me enamora” ya que para él es un buen signo que Rafael tenga
una malformación, ya que ni la madre ni la hija se podrán fijar en él . Rafael acepta desnudarse (después de una fuerte manipulación) y es humillado frente al Benigno.
Entra Dolores y la Madre, Benigno las presenta con Rafael recordando a su hija el viejo profesor
y mostrándole el tipo de profesor que le consiguió.
Se quedan Dolores, Rafael y la Madre. Dolores manda a la madre a por su bordado (como le
había ordenado el padre indicándole que podía quedarse sentada, pero que le permitía
ausentarse), se quedan solos, Dolores le deja en claro que no lo quiere en esa casa, y que le va
“sacar canas verdes” porque su padre lo eligió (mostrando su rebeldía) y le cuenta que antes
tenían otro profesor que lo había elegido ella, pero que su padre sospechaba de ella y de su
madre pero que sólo duró quince días. Rafael le dice que eso no va a volver a pasar y le
contesta que es evidente. La escena termina con Dolores brindando sola por Rafael y le da la
bienvenida a la casa estrellando la copa contra la pared.
La red vincular en esta escena muestra a Benigno, como jefe de la casa, padre de Dolores que
son enemigos o están enfrentados por un lado porque él es un autoritario y Dolores una chica
rebelde por naturaleza. A la Madre, se la ve como una mujer obediente, sumisa, bajo el control
de Benigno, aliada de él y de acuerdo con sus decisiones, y por ende enfrentada con su hija que
esta enojada por la sumisión de su madre. Fermín mano derecha de Benigno, tal vez criado pero vive de buena manera, cumpliendo la órdenes del padre, un aliado de Benigno.
Dolores en esta escena quiere intimidar a Rafael, porque a él lo eligió el Padre y ella no esta de
acuerdo con eso. Intenta advertir en la casa en la que se esta metiendo y también le dice que le
va a “sacar canas verdes”. Le comenta que el otro profesor duró una semana porque el padre
sospechaba y que eso no va a pasar con él (por su clara malformación). Rafael se le opone de
manera calma diciéndole que él es buen profesor, que va a hacer que le guste la pintura y que
nadie va sospechar nada sobre él.
La escena sucede en el Salón de la casa de la familia, en 1840. Durante la época de Rosas.
Escena II
Sentados en la mesa del salón un tiempo después, ...
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