La maldad es una forma de actuar que siempre estuvo presente en la humanidad, desde los comienzos de todo, es un acto involuntario y en ocasiones voluntario también, que las personas tienen por el mísero instinto de la búsqueda de placer instantáneo y a costa de todo. Desde la niñez las personas se comportan con malicia, hiriendo a los demás niños queriendo o sin quererlo. Hace un par de añossufrí una fractura en la personalidad. Fue un periodo de tiempo breve pero significativo, en el que sentí que la sociedad, ese pequeño microcosmos que creamos alrededor nuestro, estaba corrompido y vacío. Después de largo tiempo de reflexión, hoy nace este ensayo sobre una característica que el medio social emplea de manera equivocada: la maldad de las personas. El juicio moral puede ser unaherramienta muy útil en la convivencia social. Las comunidades necesitan de arbitrio superior que deje en claro cuáles serán las conductas aceptadas y cuales las reprobadas, a efecto de mantener un cierto número de miembros productivos que no se asesinen unos a otros, y con ello una comunidad autosuficiente. Es por esta obvia razón que si hay algo que tienen en común diversos grupos humanos en múltiplesmomentos cronológicos, es la estrategia de jurado que rige la convivencia social. Sin embargo, cuando esa estrategia no es correctamente enseñada por las instituciones tradicionales como la familia, la escuela, o la religión, las personas comenzamos a modificarla y usarla de la manera más conveniente a los propios intereses. Nos gusta tener la razón, nos gusta ser los correctos, los jueces. Es porello que en el día a día nos sentimos poderosos dueños exclusivos de la verdad, y vamos por el mundo con una pluma roja imaginaria revisando y tachando el proceder ajeno. Por que la verdad, es natural del ser humano. Ahora bien, si soltamos la pluma imaginaria, y nos detenemos a pensar un minuto, podremos ver que este juego, además de inútil, es muy dañino. Aprender eso lleva tiempo y errores,pero una vez que se ha entendido el trasfondo moral de tal actividad, es claro que hacer un juicio moral sobre la aparente maldad de las personas implica una certeza absoluta y suficiente de estar lleno de la cualidad contraria: la bondad. Solamente una persona buena por completo es capaz de realizar tal aseveración con el peso justo. Y como decía alguien famoso: quien esté libre de pecado, que tirela primera piedra. Este razonamiento puede pasar por desacertado si no se advierte que yo, como millones de personas en el mundo, fui criado en la fe católica y testigo de la misteriosa ceremonia de la transubstanciación, del enigma de la resurrección anual de la carne y por supuesto del riesgo mortal de caer en pecado. Por otro lado, es necesario aclarar que creo en la bondad y en la empatíatanto como en la democracia y el ejercicio de la política. Todos son conceptos humanos y por lo tanto históricos. Por ejemplo, según las antiguas culturas mediterráneas, era bueno matar a los pequeños que habían nacido con malformaciones o defectos evidentes. Era lo bueno para la comunidad, pues todos sus miembros debían ser capaces de realizar tareas que implicaban fuerza, coraje, e inteligencia. Fueentonces que nació la justificación. Por lo tanto, los cristianos modificaron esta visión e inventaron el torcido juicio moral. Es entonces, desde los primeros cristianos, que la forma de observar las conductas humanas que dieron origen al poder moral de juzgar el bien y el mal tomaron forma. Debo regresar a la materia sustancial, a través de un buen ejemplo. Pensemos entonces que al tratar decontestar a la pregunta: “en el conflicto israelí-palestino, ¿Quiénes son los malos?” Una persona que conozca la situación no puede darse el lujo de responder automáticamente, sin detenerse a pensar que el Juicio moral católico es una forma errónea de explicar los fenómenos históricos. Según el buen método, antes de emitir un juicio de tal envergadura, es necesario sopesar las razones de cada una...
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