la maquina de coser

Páginas: 7 (1728 palabras) Publicado: 16 de septiembre de 2013
La máquina de coser
Todo se había empeñado o vendido. En aquella pobre casa no quedaban más que las camas de doña Juana y de su hija Marta; algunas sillas tan desvencijadas que nadie las habría comprado; una mesita, coja por cierto, y la máquina de coser. Eso sí, una hermosa máquina que el padre de Marta había regalado a su hija en los tiempos bonancibles de la familia. Pero aquéllaera el armado combate de las dos pobres mujeres en la lucha terrible por la existencia que sostenían con un valor y una energía heroicos; era como la tabla en un naufragio, de todo se habían desprendido; nada les quedaba que empeñar; pero la máquina, limpia, brillante, adornaba aquel cuarto, para ellas como el más lujoso de los ajuares. Cuando quedó viuda doña Juana, comenzó a dedicarse altrabajo; cosía, y cosía con su hija, sin descanso, sin desalentarse jamás; pero aquel trabajo era poco productivo; cada semana había que vender algún mueble, alguna prenda de ropa. La madre y la hija eran la admiración de las vecinas. En su pobre guardilla parecía haberse descubierto el movimiento perpetuo, porque a ninguna hora dejaba de oírse el zumbido monótono de la máquina de coser. Don Bruno, quetocaba el piano en un café y volvía a la casa a las dos de la mañana, al pasar por la puerta de la guardilla de Marta, veía siempre luz y oía el ruido de la máquina; lo mismo contaba Mariano, que era acomodador del teatro de Apolo, y Pepita la lavandera, una moza por cierto guapísima, decía que en verano cuando el sol bañaba su cuarto y el calor era insoportable a mediodía, se levantaba a lastres a planchar, para aprovechar el fresco de la mañana, y siempre sentía que sus vecinas estaban cosiendo. ¿A qué hora dormían aquellas pobres mujeres? Ni ellas lo sabían. Cuando una se sentía rendida se echaba vestida sobre la cama, y mientras, la otra seguía en el trabajo. Pero al fin llegó un día en que fue preciso desprenderse de aquella fiel amiga: el casero cobraba tres meses; doña Juana notenía ni para pagar uno; todo se había empeñado o vendido. En aquella pobre casa no quedaban más que las camas de era el verano, y las señoras que podían protegerla no se hallaban en Madrid; estaban unas en Biarritz, otras en San Sebastián, otras en el Sardinero de Santander; y el administrador se mostraba inflexible. No había medio; empeñar la máquina o salir con ella a pedir limosna en mitad dela calle. Cuando Marta vio que don Pablo el portero cargaba con aquel mueble, esperanza y compañía de su juventud, sintió como si fuera a ver expirar una persona de su familia. Salió el portero; Marta volvió los ojos al lugar que había ocupado la máquina, miró el polvo en el piso, dibujando la base de la pequeña cómoda, y le pareció como si se hubiera quedado huérfana en ese momento. Todo lo porvenir apareció ante sus ojos. Pan y habitación para un mes, ¿y luego? … Se cubrió la cabeza, se arrojó sobre su cama y comenzó a llorar silenciosamente, y como les pasa a los niños, se quedó dormida. Muchos meses después, una mañana, al sentarse a la mesa para almorzar, el General Cáceres, recibió una carta, que en una preciosa bandeja de plata le presentó su camarista. El General la abrió, y amedida que iba leyéndola se acentuaba una sonrisa en sus labios que vino a terminar casi en una carcajada. – Son ocurrencias preciosas las de mi hermana -dijo a sus invitados-, ni al demonio se le ocurre encargar a un soldado viejo y solterón la compra de una máquina de coser. – ¿La Marquesa va a dedicarse a la costura? -preguntó sonriendo uno de los amigos. – Buena está ella para eso, que ya nove -dijo el General-, pero quiere regalar una máquina a una chica muy trabajadora de Segovia, y quiere que yo se la busque. Esta Susana un día inventa un nuevo toque de ordenanza: ¡llamada de pobres y rancho! … Zapata, ¡día a Pedrosa que venga en seguida! Zapata era el camarista, y Pedrosa el mayordomo, y los dos sabían que el General tenía el genio más dulce de la tierra con tal de que no le...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Maquinas de coser
  • Maquina de coser
  • Maquina De Coser
  • Maquina De Coser
  • Maquinas de coser
  • Maquina de coser
  • Maquina De Coser
  • Maquina De Coser

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS