La Maravillosa granja de MC Broom

Capítulo I
McBroom cuenta la verdad.
El señor McBroom comenzó diciendo que l día que abandonaron la granja en Connecticut. Amontonamos a los chavales y todo lo que traigamos en nuestro viejo haiga refrigerado y partimos rumbo al oeste.
Habíamos llegado ya al estado de Iowa cuando mi esposa Melissa hizo un descubrimiento sorprendente. Llevábamos doce niños: ¡sobraba uno!. Acababa de contarlosuno y otra vez. Volví a contar y esta vez pillé a Larry colgándose por detrás. Estaba haciendo que contara su nariz dos veces.
Justo en ese momento un hombre flaco y patilargo se nos acerco.
¿Que se ha perdido, vecino?
- pregunto,
- ni hablar- dije-, nos dirigimos rumbo al oeste, señor, hemos abandonado nuestra granja: la mitad era pura roca y la otra mitad cepas de arboles. La gente diceque en el Oeste hay buena tierra y que el sol brilla en invierno.
El paisano frunció el ceño.
- para tierras de cultivo no hay nada como Iowa- afirmo.
Parecen ustedes buena gente
Les dejare cuarenta hectáreas bien baratas. Hágame una oferta.
Le ofreciera lo que llevo en mi cartera. Exactamente diez dólares.
-¡vendido!.
- casi me atraganto del susto
-vecino mi nombre es HéctorJones – pero puede llamarme Heck como todo el mundo.
Firmo el trato con un foreo y abrí el broche de mi cartera entusiasmado. Salieron tres polillas blancas como la leche habían estado alimentándose del billete de diez dólares, pero quedaba aun suficiente para comprar la granja. ¡Y sin rastro de piedras y cepas de árbol¡
Mr. Heck Jones salto sobre el estribo y nos guio camino arriba un par dekilómetros. Finalmente levanto su brazo y señalo en la distancia.
-ahí está su propiedad, vecino
- dijo.
Era amplia y soleada, con un roble sobre una suave loma, claro que tenía un defecto del lado del camino se extendía una charca de media hectárea de aspecto pantanoso. En un sitio así podías perder una vaca pero aquello era una ganga, de eso no había duda alguna.
Ni hablar de eso dijo Mr.Heck Jones- este roble no está en su propiedad. Lo suyo es todo lo que ven debajo del agua. Ni rastro de roca ni cepa de árbol, tal y como les dije.
* Pero¡ señor!-dije- . ¡Usted afirmo que la granja tenia cuarenta hectáreas!.
* Hay exactamente cuarenta hectáreas, una encima de la otra, como un pastel de hojaldre.
* Lea el contrato. Leí el contrato era verdad.
Siempre hay un lado bueno entodas las cosas. Esta charca que hemos comprado está un poco enfangada, pero es agua:¡al agua patos! En ese instante nos cayó encima tal ráfaga de sequia que aterrizamos sobre media hectárea de tierra seca. La charca se había evaporizado.
Aquella tierra gloriosa parecía estar suplicando que la sembrasen. Deje caer una judía en cada agujero y la aplaste con el talón. Pues bien, apenas había avanzadoun par de metros, cuando sentí rozar contra mi pie algo verde y con hojas.
Cuando llegue al final del surco los primeros tallos habían florecido, se habían formado las vainas y se podía ya recoger.
Al cabo de una hora habíamos plantado y recogido toda la cosecha de judías.
Al día siguiente nos acercamos a Barnsville con nuestra cosecha de judías. Las canje por semillas diversas.
No tardomucho en aparecer Mr. Heck Jones a hacernos una visita de cortesía: Cuando vio que estamos plantando y cosechando col se le salían los ojos de las orbitas. Ahora estábamos plantando y recogiendo de tres a cuatro cosechas al día.
Un día volvió el señor Mr. Heck Jones , había inventado una trampa en el contrato que nos hacia dueños de la granja.
Dijo- el contrato dice que tenía que pagarme todolo que llevaba en la cartera, ¡y no lo hizo!
Había polillas en la cartera. Las vi escaparse volando. Tres polillas blancas como la leche. Quiero tres polillas antes que den las tres de esta tarde, de lo contrario pretendo recuperar la granja.
Mande a los chavales corriendo y les dije que volvieran volando con un buen puñado de piñas.
Plantamos una piña cada metro. Dicho y hecho aquellas...