la medalla alfonso cuesta cuesta

Páginas: 10 (2310 palabras) Publicado: 11 de junio de 2013
Octubre. Las aceras vecinas al caserón de la Escuela de los Hermanos Cristianos, se desbordan de niños sonrosados. Tres meses de vivir a todo sol, remendando el cielo con cometas, los han cambiado: vuelve morenos, vivos, con tres dedos más de cuerpo y cosa rara…con avidez de letras. Sin embargo, cuando al llegar a la esquina de la Escuela, oyen un sonido muy conocido para ellos, se desmudan,tiemblan ligeramente… No es para menos: ¡Convertirse las tórtolas en chascas!
Y acortan el paso, indecisos.
A la puerta del Instituto, grupos de padres de familia esperan el turno para presentar a sus hijos al Hermano Director. Uno de ellos ya no puede con su niño primerizo, como de siete años, que patalea y chilla, debatiéndose entre sus brazos. Cada hermano que pasa le asusta como un oso… ygrita más. A su lado, otro niño siente los mismos miedos, pero no puede demostrarlos escandalosamente; para él no habría consuelos sino golpes: es el sirviente, indiecito arrancado de su choza en vacaciones. No grita, más un hilo de lágrimas resbala en sus mejillas, y cuando ve un Hermano, involuntariamente aferra su manecita al vestido del patrón. Este ni lo mira, embrabecido en consolar a su hijo:-Los Hermanitos son más buenos que las monjas… Tendrás medallas de oro. Serás el monitor… ¡Pero calla!...Te he de hacer faltar cuando quieras… ¡Dan caramelos, estampas!...Calla, calla.
Y hacía voz de madre.
Al fin, les llegó el turno.
Un Hermano rubio salió a recibirlos: Arrastrados más que andando, entraron los dos chicos a la sala. Cuando tras ellos se cerraron las puertas, hasta elindiecito dio gritos; pero, pronto se calmaron ambos al ver que nada les sucedía, y contemplaban, asombrados, al oso convertido en un curita bueno que los acarició riendo y les dio un caramelo y una estampa.
Luego, ante una gran cubierta de libros manuscritos, el padre y el Director departieron.
-Le traigo mi primogénito-dijo el hombre-. Quizá se aplique. Es el mejor, ¡Vivísimo!. Si hacetravesuras, me avisa…
-Muy bien-. Y dirigiéndose al niño, el Superior preguntó:
-¿Cómo te llamas?
-Yo…Juan –dijo el chico, haciéndose alfeñique.
-Que seas como ése-. Y quitándose el solideo, el Hermano indicó en un óleo a San Juan Bautista de la Salle, cuyo rabá semejaba el alma de los niños abrazados a su cuello.
-¿Y este otro? –continuó el Director, aludiendo al cholito.
-¡Ah! – Contestó elhombre-. Es un indio que he traído de la hacienda para que acompañe al chico. Quizá aprenda siquiera a escribir su nombre…
¡Muy brutos son! Pero… ¡dele!: la letra con sangre entra.
-No, no. Aquí todos son lo mismo: niños.
Y el maestro acarició al indio, cuya carita de gratitud sonrió reflejada en las alas del cuello del religioso.
Después, llamó a un alumno grande y lo envió con ambos niñoshacia adentro.
Hora de recreo. El patio hervía, mesa de todos los juegos infantiles. Pronto acudieron chicos que en la ciudad eran vecinos del novato, y lo mezclaron en sus juegos.
El indiecito quedó solo. Aturdido en esa algarabía tan extraña a él, comenzó a buscar un sitio retirado; pero, antes de encontrarlo, cayó en manos de muchachos fisgones, que empezaron a silbarle y darle de golpes.-¡Cocolo! ¡Cocolo! ¡Cholo cocolo!
Acurrucada, la víctima cubría con sus brazos la desnudez de calabaza de su cráneo.
De pronto, los agresores contuvieron.
-¡El Hermano!
Y trataron de huir.
La voz del vigilante los detuvo.
-¡A la pared!
Obedecieron en el acto, cabizbajos.
El Hermano abrazó al infeliz.
-No llores…Cuando te moleste, me avisas. Yo soy el Hermano Dionisio…Veme!
Yaquel viejecito, que en vez de corazón debe tener un rostro de niño que sonríe al ver otro niño, jugaba blanda y suavemente con las orejas del pequeñuelo.
-Yo soy el Hermano Dionisio, de la Octava…
Y tomando al niño por la mano, lo llevó hasta el aula, a través del patio enorme, siempre sonreído, haciendo su bordón del indiecito. A cada paso, contenía riñas y –viejo lebrel de Dios- salvaba un...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • La Medalla De Cuesta Y Cuesta
  • Alfonso Cuesta
  • Biografia Y Cuento La Medalla De Alfonso Cuesta Cuesta
  • Cuest
  • Cueste lo que cueste
  • Cuesta
  • cuest
  • cuest

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS