La medicina
Todo empezó como un juego, el mejor juego que según yo mi abuelo había inventado, a sus aproximadamente 76 años, se acostaba en el piso, tomaba mimano y la ponía en su abdomen, luego cogía mi dedo y hacía que por alguna extraña razón éste al golpear el dedo de mi otra mano, emita un sonido que hasta hace poco pude reconocer y nombrar.
Asíempezó este sueño, en medio de risas y travesuras. En mi familia no ha existido antes un médico, a nadie le interesó esta profesión, y a mi abuelo que le gustaba, el destino le había cerrado las puertasde la ciencia. Sin embargo y a pesar de las burlas de la gente, había aprendido una que otra cosa de la medicina.
Ya los años se han ido, al igual que mi abuelo. Es lamentable que no pueda vercómo su juego me encendió esta llama viva que llevo dentro por ser médico, daría lo que fuera porque me viese vestida de blanco, con un mandil y un fonendoscopio colgando de mi cuello. De seguro quesonreiría y lograría ver sus dos únicos dientes.
Cuando empecé a estudiar esta carrera, vine llena de sueños, ilusiones, planes. Sabía que mi carrera exigía mucha dedicación, tiempo y sacrificios;siempre estuve segura de lo que quería… así que con el tiempo fui dejando atrás aquello que hacía de mi vida algo maravilloso para empezar una nueva etapa. El tiempo faltaba para los deberes, laslecciones, los trabajos; así que el basket y las salidas con la familia y los amigos se quedaron de lado.
Hubo varias noches en las que quise dejar todo, que ya no quería estudiar más, que sentíaque perdía a la gente que quería por encerrarme entre libros y ciencia, y me preguntaba si valía la pena dejar tanto por algo que ni siquiera sabía si iba a resultar.
Los días pasaron hasta...
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