La memoria, ¿un remedio contra el mal?

La memoria, ¿un remedio contra el mal? – Tzvetan Todorov

Hay un elemento malo en la naturaleza humana. Los hombres, en ocasiones han estado tentados de representar ellos mismos el papel de purificadores del mal, como con los regimenes totalitarios, teniendo resultados catastróficos.
En democracia, no se alimentan esos proyectos de eliminación definitiva del mal. Existen iniciativas aquí yallá y una de ellas es la llamada a la memoria. Si uno recuerda el mal del pasado, se podrá evitar en el presente.
La memoria entendida como un remedio contra el mal se ha introducido incluso en el terreno del derecho. Varios países europeos han adoptado las leyes , con la finalidad de proteger su memoria. En Francia estas leyes abundan.
Los llamamientos a la memoria como un remedio eficaz paracurarnos del mal no escasean. Sin embargo, si volvemos nuestra mirada al presente, no vemos ningún retroceso del mal. El remedio de la memoria parece ineficaz.
Observamos dos procesos en los relatos que tienen relación con el mal: la producción del bien y el mal; y dos protagonistas: aquél que actúa y aquel que lo recibe. Por ello identificamos cuatro papeles: el criminal y su víctima; y elbienhechor y sus beneficiarios.
Si ahora añadimos a este esquema mental la distinción entre nosotros y los otros (enemigos), nos damos cuenta que la mayoría de los usos de la memoria consisten en atribuirnos los papeles valorados y respetados y atribuir a los otros el papel menos glorioso.
Por la misma razón, cuando se representa a Hitler en una película nos preguntamos si nos equivocamos aconsiderarlo como un ser humano, como alguien perteneciente a la misma especie que nosotros.

Conflicto jemeres rojos
François Bizot fue hecho prisionero por los jemeres rojos en octubre de 1971, acusado de ser un espía americano. El dirigente del grupo que lo detuvo era Duch. Le liberaron y 10 años más tarde, sucede el arresto de Duch y Bizot declara como testigo.
Cuenta que la peor parte de laexperiencia que vivió fue ver que Duch y él no eran tan distintos. Duch no era un monstruo ni perverso. El comportamiento de los mandos revolucionarios no era de personas irracionales sino de personas íntegras y moralmente rectas.
Le liberaron porque el jefe de Duch había < tomado la decisión en nombre de una equidad a la que no podía renunciar>. Duch era una persona seria, en busca de la verdad,preocupada por la justicia, dispuesto a sacrificar su vida por los objetivos de la revolución.
Los grandes crímenes de los jemeres rojos son el resultado de reacciones familiares, de la sensación de peligro mortal, el miedo provoca la convicción de que hay que matar para no ser matado. Y torturar para obtener información para protegernos. La segunda reacción proviene del deseo de mejorar las cosas, siel fin es sublime, se justifica todo lo demás. Sueñan con una sociedad purificada libre del mal.
El término humano no es un cumplido. Los humanos matan para llevar a cabo proyectos surgidos de su cabeza, o para defenderse de peligros que sólo existen en su imaginación. Los humanos tienen la capacidad de imaginación disociada de lo real.
Descubrir que los grandes criminales de la historia sonhumanos es un mecanismo de aproximación a ellos. Constatar que son es lo mismo que ver que nosotros podemos convertirnos en .
La diferencia entre verdugos y víctimas no reside en la naturaleza biológica, proviene de las circunstancias en las que se desarrolla el destino de unos y de otros. El pasado individual cuenta. Las guerras no descubren la naturaleza profunda de los hombres, suscitanreacciones que no se producen en otras circunstancias.
La esperanza de alcanzar un estado libre del mal es vana. Sin embargo, la obligación de vivir con el mal en nuestro interior es difícil de aceptar y preferimos separarnos de los monstruos.
Hay que ser capaz de humanizar a los verdugos para ver en ellos lo que el hombre es capaz de ser.
Los campesinos camboyanos conviven con los ex jemeres...