LA MENDICIDAD COMO TRABAJO HUMANO plano rev
“TRABAJO”
Rubén Castro Orbe
Profesor Principal de la Facultad de Jurisprudencia
de la Universidad Central del Ecuador
Quito, abril de 2014
Son las siete de la mañana y, en el portal de la iglesia, una mujer cuya apariencia es de unos
cuarenta años, exhibiendo su pierna lacerada, vocifera unas cuantas frases parecidas a rezos que
se mezclan con pedigüeñas súplicas de unoscentavos para sus curaciones o para mantener a sus
hijos. Al otro costado, un andrajoso y mugriento sujeto, estira su brazo para mostrar en su mano
un jarro sucio y desvencijado en el que las monedas producen un sonido -casi silencioso- cuando
alguien las deja caer en su interior. En otro sitio de la ciudad, un hombre joven a quien le
acompaña un raquítico perro atado con una soga, escarba entre lasfundas de basura apiñadas en
el sitio dispuesto por la empresa municipal. Y, en la avenida grande, donde existe una enorme
afluencia de vehículos apurados, una madre con su hijo recién nacido en brazos, intenta
aprovechar el semáforo en rojo para recorrer lo que más pueda cerca de las ventanas de los autos
para recaudar -con rogativas- las dádivas de los que le tienen conmiseración.
Estas sonescenas cuotidianas y comunes de nuestras sociedades.
La mendicidad es la situación de vida más deteriorada entre los seres humanos. Por diversas
causas están abocados a sobrevivir en base a las limosnas o de lo que puedan encontrar entre los
desechos y desperdicios que arrojan otros. Repudiados o despreciados al punto de haber sido
estigmatizados como “lacra social”, de a poco, han generado toleranciay solidaridad de los demás
como resultado del avance de concepciones humanistas. La sociedad de hoy por fin los incluye
como sujetos destinatarios de políticas públicas. La cuestión que pretendo abordar, sin embargo,
no refiere a si debemos ocuparnos de la mendicidad como problema social, y de los mendigos
como seres humanos con derechos, sino a una confusión que nace de una suerte decategorización inexacta que se generaliza en la conciencia social como consecuencia de lo que,
estimo, son apreciaciones desacertadas y cargadas hasta de exceso de altruismo. La reflexión
quiere discurrir si estas actividades han adquirido el estatus de “trabajo humano” como en varios
1
foros se admite. De paso, en igual situación que la mendicidad están otras actividades
históricamente consideradasdenigrantes e, inclusive, inaceptadas moralmente. Pero el propósito
no es moralizar sino intentar un acercamiento crítico a la conceptualización que queda indicada.
¿Qué entender por trabajo humano?:
Lo planteado importa, de inicio, resolver interrogantes como las siguientes: ¿qué, para los fines de
la reflexión de las ciencias sociales, debemos entender por “trabajo”?. ¿Corresponde este
concepto al decualquier ocupación humana?; ¿todas las acciones en las que una persona invierte
o realiza esfuerzos físicos e intelectuales -como ocurre con la totalidad de las que realiza el ser
humano- pueden catalogarse como “labor” o “trabajo”?.
A los fines de lo anterior, cabe advertir que la característica fundamental del trabajo va más allá de
la mera ejecución de actividades en las que se invierteenergías físicas e intelectuales, si bien éstas
constituyen la fuerza de trabajo. Es obvio que la ejecución de actividades deportivas como mera
recreación, o de actividades físicas para mantener el peso recomendable por razones de salud, no
puede ni debe considerarse “trabajo”1. Esto, solo para citar un incontrovertible ejemplo. Ello,
porque el trabajo humano, en rigor, refiere a un acto creador, quepermite producir; es decir, el
trabajo es generador de valor y, por eso, es objeto de la propia utilización o usufructo del ser
humano que lo realiza, o es objeto de explotación. Cualquier definición, en cualquier área del
conocimiento y con más o menos ingredientes, debe observar este núcleo esencial so pena de
incurrir en una distorsión o abarcamiento indebido de otros ámbitos que están fuera de...
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