La Metamorfosis De América Durante El Proceso De Josef K (Una Aproximación A La Obra De Franz Kafka)
“Una aproximación a la obra de Franz Kafka”
Una sala de juicios, es algo semejante a una enorme bodega. Sólo que en vez los implementos de fabricación son remplazados por escritorios, pequeñas divisiones improvisadas con paredes de drywall que en realidad le hacen pensar al acusado que se encuentra en una oficina de paredes antiguas.Es un laberinto numerado en el que los casos se trasladan de uno a otro juzgado; pero nunca salen de la enorme bodega. Todo se procesa en el mismo campus jurisprudencial.
Los corredores, limpiamente brillados, se encuentran atestados tanto del personal que realiza las tareas administrativas, el del aseo y, por supuesto, los procesados.
Cuando se cruza por el pasillo, se alcanza aescuchar uno que otro asunto sobre la casuística de los que allí acuden con el objeto de solucionar un pleito o una situación engorrosa de tránsito o asuntos de linderos y hasta casos de pedofilia.
El Doctor Huld y su apoderado, caminan acompasadamente mirando a lado y lado, buscando afanosamente el número 347 sitio en el cual deben corresponder ante el tribunal sobre la situación de que se leacusa. No entienden cómo los números no corresponden al piso con el que se nomenclan las oficinas. El abogado le manifiesta al Señor K que hay sitios donde se tiene en cuenta el sótano, por lo que el primer piso no es más que el segundo, mientras en otros lados no.
El Señor Josef K, discutía sobre la situación cuando se pararon frente al número inscrito en la citación.
Como tentados por unasensación fortuita, ambos sacaron el pañuelo del bolsillo trasero del pantalón y se enjugaron la frente, mientras esperaban que salieran los dos que le antecedían en citación.
Se sentaron a esperar en las sillas apostadas junto a la entrada y no pudieron evitar escuchar el asunto que atendían tanto la secretaria como el juez.
En la sala, cuatro personajes participan en la dinámica de lasolución de un problema: El juez, la secretaria, que no deja de mirar la pantalla pequeña del celular mientras simula ejecutar una sentencia dictaminada en borrador por su jefe. Una señora de prominentes carnosidades y entrada en los sesenta y cinco años y un hombre de apariencia humilde vestido con pantaloneta de futbolista y una vieja camiseta del Club Deportivo Independiente Medellín, con unabolsa de tela negra en la mano que contenía implementos de zapatería cuyos odres sobresalían del borde amarrado con un cordón de nylon.
- Lo que aquí se manifiesta es que usted quiere una indemnización por daños y perjuicios ¿Es cierto eso Señor Hércules Poirot?
-Es cierto - responde el indiciado. También que usted reclama -lee el jurisprudente, ajustándose las gafas de lente grueso con lamano derecha- la suma de setetecientos mil pesos por el concepto de quince días que equivalen a sesenta mil pesos cada uno, por el tiempo que dejó de laborar debido a la incapacidad que le produjo el accidente producido por la Señora Agatha Christie, quien se desplazaba en su vehículo, giró por su derecha, no señalizando el giro, que era justamente por el lado que usted se desplazaba llevándoselo pordelante haciendo que usted colisionara con el retrovisor derecho con todo y bicicleta. Qué dice usted Señora Agatha al respecto. ¿Se acoge a los cargos?
No, su señoría, responde Agatha. Lo que pasa es que como el Señor Hércules viajaba en bicicleta, me iba a adelantar justo en el momento en que yo señalicé mi giro por la derecha, llevándose el retrovisor e incrustándose restos de vidrio en subrazo izquierdo. Pienso que, de acuerdo con lo dicho por el tránsito, que determinó que ninguno de los dos tenía la culpa, éste Señor le quiere sacar tajada al asunto. Y es que si el señor, cuya profesión, según él de zapatero, se gana sesenta mil pesos diarios. Mal hecha la cuenta, se gana más de un millón ochocientos mil pesos al mes. Creo que quién debe demandar soy yo, que como escritora...
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