La metamorfosis del reloj

Escuché que una voz me llamaba, y volví a la realidad.

─ ¡Hey! ¡Íkaros! Llamando a Plutón, querida.

Volteé la mirada de la ventana, y percibí a mi mejor amiga, Agus, justo a mi lado.

─Oh, lo lamento, estaba en mi mundo. ─y me levanté de la silla, saludándole con un beso en su empolvoreada mejilla.

─Lo noté, Íkaros.

 ─ ¿Qué haces aquí? ─le pregunté, extrañada.

Qué vergüenza, como me tomópor sorpresa su llegada, mi habitación era un completo desastre. Desde ropa arrojada por el piso, hasta vasos y platos sin lavar. Debería de ordenar más seguido.

─Ayer me dijiste que te pasara a buscar, pequeña olvidadiza ─dijo mientras se acomodaba las gafas de sol, y la usaba como si fuera una vincha, descubriendo su rostro de sus hermosas puntas rubias desteñidas.

Observé qué fabuloso atuendoestaría vistiendo hoy. Como siempre, súper arreglada. Unos vaqueros azules, unas botas de cuero marrón, y un conjunto de chaquetas que combinaba perfectamente.

Puede que ella sea el blanco de mi negro a primera vista, pero era una de las personas más interesantes y divertidas que conozco.

─Oh, cierto, lo lamento... estamos llegando tarde de nuevo, ¿verdad?

─Ajá.

─En los últimos días.─Ajá ─repitió, sin inmutarse.

─Mierda.  ─exclamé, y corrí  hacia mi mochila, negra y desgastada, la cual siempre ubico en un recóndito rincón "emo" de la habitación. La coloqué en mi espalda, y salí a pleno trote de la habitación, con Agus pisando mis talones.


¿Se nota que soy un desastre?


 Capítulo 2.

Corrimos por las calles de Seattle, a todo dar.

  ─ ¿Por qué no viniste... antes... para no estar...tarde? ─Dije espabilando, entre jadeos.

Seattle me parece genial, además de ser la ciudad más grande del Estado de Washington, tiene muchas atracciones turísticas, que son de lo más espectaculares. Ahora vivo en el centro, cerca del Space Needle, la atracción que más representa a la ciudad, o mejor dicho Aguja Espacial, como se le dice.  A mí me encanta ir a la biblioteca de la ciudad, la cual sesitúa en la 5ta Avenida. Y lo mejor es que, en esta ciudad, se originó el Grunge¹, mi género musical preferido.

  ─Estar así de bella cuesta tiempo, querida ─dijo mientras caminaba rápidamente, con su bolso en mano.

  ─Ay, sepa disculpar ─le contesté sarcástica.

Llegamos a nuestra escuela, la escuela Ritswood, tarde; no era algo muy extraño que digamos. Entramos, y lo único que se podía percibireran sólo algunos estudiantes, los cuales ya habían terminado su clase.

Agus y yo caminamos rápidamente a nuestros salones, y antes de golpearnos contra la pared que da a dos pasillos, nos separamos. Ella corrió por el pasillo derecho, y yo por el izquierdo, como si estuviera sumamente calculado. 
 Corrí por el pasillo número 2, el izquierdo, para llegar a mi clase de Astronomía. Con el Sr.Michael, un hombre alto; de unos 45 años, con ojos azules y varias canas en su perfecto cabello. Guapo para su edad, y hay varias muchachas en mi clase que dicen que está súper guapote, pero para mí es demasiado mayor.

Mientras corría, casi me llevo puesto a alguien, no llegué a ver su rostro, pero lo único que percibí fue que era alto, y que era un muchacho.
 ─Disculpa... ─le dije, y le esquivé,moviendo todo mi cuerpo como si fuera una ola vertical,  hacia la izquierda
 ─No te preocupes ─me dijo.

Y fue lo único que escuché, antes de caerme como un animal en celo.


Capítulo 3.

Desperté con un dolor agudo en mi rodilla derecha. Joder, ¿me he caído corriendo por el pasillo? Malditas Converse y malditas suelas desgastadas.

  ─Parece que está despertando ─dijo una voz desconocida, grave,melodiosa y a la vez algo familiar.

Abrí los ojos con mucha dificultad, y percibí la enfermería, y a mí, acostada en la camilla. Luego de enfocar, percibí a un muchacho.

Oh diablos.

Oh madre santa.

Podría haberme desmayado con tan solo ver esos ojos. ¿Qué ojos? ¡Ojazos! Esos ojos grises que se me hacían tan seductores. Y no sólo sus ojos, su cabello. Ése cabello tan perfecto y de un tono...