La Microeconomia

Excelentísimo señor presidente del Poder Judicial, Dr. Edhin Campos Barranzuela; Señores miembros del Poder Judicial, trabajadores, administrativos, Hermanos todos en Cristo Jesús.
Con ocasión de la apertura del año judicial 2013, reflexionaremos el libro del Deuteronomio, con afirmaciones que se remontan a cuatro mil años, en sus versículos 1, 16-17 y 16, 18-20. Es un legado entregado por Diosa través del gran legislador Moisés. No son éstos los únicos textos de la Biblia sobre el tema jueces y justicia, pero de ellos ofreceremos hoy criterios clave y fundamentales para un juez.
Busco, con esta homilía dar un espaldarazo a los jueces justos y probos, recordándoles algunos peligros que se les presentan en el ejercicio de su ministerio para que los eviten y se animen a no caer en lasmúltiples tentaciones que les rodean por doquier.
También pienso en los jueces jóvenes, para que tengan en cuenta estas grandes luces que han guiado a los jueces de todos los tiempos a la hora de administrar justicia.
No puedo excluir tampoco, evidentemente, a aquellos que en un momento dado desviaron su camino y quisieran ahora convertirse de nuevo a la probidad y a la justicia. Aquí encontraronlas pistas seguras para una auténtica conversión.
El juez es, pues, un hermano llamado a tomar decisiones en los conflictos de sus propios hermanos, los de su pueblo.
Lo primero que ha de hacer es darles tiempo, escuchándolos con imparcialidad.
Una de las grandes tentaciones que se presenta a todos los seres humanos, de cualquier época o latitud, es la de inclinarse a favor de una persona uotra, por razones económicas o sociales (“los grandes y los pequeños”), familiares o amicales.
Se establece aquí, pues, una primera orientación, una clara llamada para la independencia de la justicia: no tener acepción de personas. Justicia y sólo justicia ha de buscar el juez en su juicio.
¿Quién no sabe que las dádivas, aunque muchas veces sean dadas sin interés alguno, como un simple regalo,inclinan a la persona que las recibe a hacer favores al dador de ellas?
La acepción de personas o el soborno se dan en el tráfico de influencias o en frases tan simples como ésta: “Dímele una palabrita al juez sobre este caso”.
El soborno, más abierto y claro, es la compra y venta de la justicia. El pueblo ha caracterizado esta práctica con la imagen del “hombre del maletín”.
Todo juez en el Perúestá siempre amenazado por “el hombre del maletín”, que puede ser un abogado, el mismo litigante, un político, un rico o un pobre. A veces, incluso, es el mismo juez que se acerca a este hombre y realiza el tráfico de la justicia, a la luz pública, en un restaurante cualquiera.
Una sociedad, como la actual, que se ha materializado profundamente, en la que el dinero vence a tantos, en la que laspersonas son medidas por lo que usan, por las casas en las que viven o los vehículos que tienen, el soborno está a la orden del día. La tentación de compra y venta de los juicios se torna grave.
Todo juez, hoy por hoy, para no caer en el soborno, ha de hacer una opción por un estilo de vida, que va contra-corriente: no meterse en la alocada carrera de hacerse rico, lo más rápido posible y comoquiera que sea.
De otro lado, el miedo, ciertamente, puede incidir en cualquier ser humano, y por lo tanto en un juez, llevándolo a contradecir sus principios e influir en sus decisiones.
La gran fuerza que tiene el juez, está en la misma persona de Jesús y los valores que éste representa (la justicia, la verdad, la honradez, la defensa del derecho) y, en definitiva la afirmación de que ningúnjuez es “un jefe absoluto”. Al revés: es un delegado o empleado inmediato del pueblo que lo nominó y en último término de Dios, “porque el juicio pertenece a Dios”.
Sin embargo, ha de contar con fuerzas que presionan y amenazan para que dicte sentencias falsas e injustas.
En nuestra historia, los jueces han estado o pueden estar sometidos al menos a las cinco siguientes circunstancias de...