la mirada frofunda

LA MIRADA PROFUNDA
Era una tarde de otoño, una de esas tarde en las que el cielo esta gris y piensas que está a punto que llover, en las que corre un viento intenso que hace que tus cabellos dancenal son de su fuerza, esas tardes que te dan un frio especial que te hace buscar un calor que te cobije. Ella se encontraba Caminando, en una de esas calles que te acogen con una vista de fachadas dela época de la colonia; de esas casas de ventanas grandes, de balcones donde puedes sentir el viento fuerte, de calles con aceras en las que solo alcanzan dos personas, de pistas anchas; dondecaminas y no te sientes observado, donde más bien tu eres el observador. Se dirigía a los lugares que le hacían recordarlo, los que solían caminar cuando hablaban de las cosas que les agradaba y de las queles desagradaban; aquel parque donde solían sentarse y recordar momentos de su infancia en las que el otro no se encontraba, pero que sentían como si lo hubieran vivido juntos; el cine dondeacostumbran entrar no solo para ver el estreno, sino para poder ser cómplices de una aventura sin nombre.
Llego al último lugar; aquel lugar que se llenó de magia aquella noche cuando los dos se miraron y sedijeron todo sin decir nada, aquella situación en la que los dos mostraron el sentimiento que los unía, pero que ninguno de los dos de atrevía a acogerlo; aquel último lugar donde paso todo y a lavez nada.
Observando el cielo se dio cuenta de la presencia de un disco brillante, la presencia de su cómplice y compañera, la testigo de todas sus aventuras; y comprendió que ya era hora de que sedirija a casa; tomo un bus; estaba con unos cuantos pasajeros, cada uno con rostros desconocidos; se sentó en uno de los últimos asientos, en los que te sueles sentar para estar aislado y desconectadode la monotonía social; agotada por la caminata del recuerdo se quedó dormida en el asiento refugio.
Después de un buen rato, sintió un viento fuerte contra el rostro y de pronto un sacudón la...