la mision
La Misión alcanzó un gran éxito de crítica y de público, cuando se estrenó, obteniendo la Palma de Oro en el Festival de Cannes de ese año. No en vano venía avalada por nombres prestigiosos. Su director, Roland Joffé, británico de ascendencia francesa, había realizado antes una impresionante película de denuncia sobre el genocidio deCamboya, The Killing Fields (Los gritos del silencio, 1984). El guionista de La Misión Robert Bolt tenía en su haber, entre otros trabajos excelentes, el de A Man for All Seasons (Un hombre para la eternidad, 1966, dir. Fred Zinnemann). El nombre de David Puttnam, el productor, está ligado a Chariots of fire (Carros de fuego,1982, dir. Hugh Hudson), otra gran película, por su belleza y valores humanos.Ennio Morricone, a quien se debe la música, era ya bien conocido; así como la talla de actor de Robert de Niro, que encarna a uno de los principales protagonistas.
El éxito de La Misión se explica por varias razones. Sin duda, la grandiosidad y belleza de su escenario: especialmente las cataratas del Iguazú y las selvas tropicales circundantes, en la zona limítrofe entre Paraguay, Brasil (estadofederal de Paraná) y Argentina (estado de Misiones). También por la intensidad dramática y expresiva de sus imágenes, que tienen el ritmo, la espectacularidad y el poder de captación de una película de aventuras. Y por último, pero no menos importante, la importancia y la calidad de la problemática que plantea: el encuentro entre dos culturas y las implicaciones de la fe cristiana en el compromisotemporal. Dos grandes cuestiones que trascienden el marco histórico concreto al que se refiere la acción principal de la película: las misiones o reducciones jesuíticas del Paraguay en el año 1750, durante el reinado de Fernando VI de España. El hecho de que la esposa de éste, Bárbara de Braganza, fuera portuguesa tendría, como veremos, su repercusión en la problemática presentada en el film.Desde el punto de vista de la estructura formal, el film, tras una impresionante escena introductoria, se desarrolla en dos planos de temporalidad que se van alternando: uno, menos espectacular y más breve, pero capital para la interpretación, es el del relato y reflexiones sobre unos acontecimientos transcurridos unos años antes. Es el plano temporal del informe del alto dignatario eclesiástico alque se le ha enviado para que contribuya a resolver el conflicto religioso-político o político-religioso planteado. El otro plano, introducido en flash-back, que ocupa la mayoría del film, es el del desarrollo, en diferentes escenarios y desde una perspectiva a la vez biográfico-personal y colectiva, de la acción rememorada.
La acción se sitúa básicamente en dos escenarios: los poblados guaraníesde las reducciones o misiones jesuíticas de San Miguel ("la antigua y gran misión") y San Carlos (la nueva, arriba de las cataratas). Estas misiones serán visitadas por el dignatario eclesiástico y constituyen el escenario principal, en realidad, como ya indica el título. El otro escenario, grosso modo, estaría constituido por la capital de provincia colonial, culturalmente mestiza (que podríaser Asunción), donde residen las autoridades españolas.
A los mencionados escenarios se vinculan las dos principales dramatis personae del film, además del que relata a posteriori. Porque la acción de la película, y ésta es una de sus bazas, se polariza en la contraposición y/o complementariedad de dos personajes que encarnan dos actitudes hacia los indios y dos tipos humanos. Uno de ellos, más...
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