La Modernidad Cultural En Habermas

Los reclamos culturales y los proyectos incompletos. Una revisión a la modernidad cultural desde Habermas.
ALAN AVIÑA
El crítico del Frankfurter Allgemeine Zeitung anunció en la Bienal de Venecia de 1980 que «La Posmodernidad se presenta, sin duda, como Antimodernidad». Esta sentencia revela una de las etapas de lo que Habermas (1989) denomina «Modernidad Cultural» en donde engloba una seriede efectos artísticos sobre las transiciones del modernismo al posmodernismo. El concepto que alude a lo moderno no es transparente en sí mismo, sino una lucha de apropiación histórica como proyecto reivindicador de una etapa especialmente mejor que otra, por lo menos en lo que denotaba en sus primeras acepciones a fines del siglo V. Esta primera acepción de lo moderno se contempló en este siglo yexpresaba la distinción entre el mundo oficialmente cristiano de la época, del pasado romano pagano. El término latino modernus, apunta Habermas (1989) y sus reinvenciones como en el Renacimiento «expresó una y otra vez la conciencia de una época que se mira a sí misma en relación con el pasado, considerándose resultado de una transición de lo viejo hacia lo nuevo».Este texto es una mirada exegética sobre el contenido del ensayo citado al inicio, tratando de responder preguntas claves que son parte del planteamiento central en la argumentación de Habermas (1989). Intentaré escudriñar y responder las siguientes preguntas ¿Qué derroteros marcaron la etapa moderna de la cultura? ¿Cuál fue el proyectoalternativo de la modernidad que rescataba al arte de la mirada purista y esencialista? ¿Qué rescata el surrealismo del papel del arte en la sociedad? ¿Qué perspectiva tenemos del arte en la posmodernidad a través de la lectura de Habermas? Y para finalizar ¿Cómo influyó el proyecto neoconservador en la modernidad cultural y cuáles son las características que propone Habermas para suinterpelación conceptual e histórica?
La consciencia de la modernidad estética, que podemos distinguir claramente de lo que el autor propone como modernización social y económica, se regula a través de la exaltación de un presente que se revela como el instante de lo eterno, de donde se integran las vanguardias como basamentos históricos transitorios que marcan el estilo supeditado a nuevas ideas. Con lascríticas de Baudelaire al arte, se evidencia el carácter de arte por arte que permea la producción estética moderna. El proyecto Iluminista del siglo XIX del cual aún heredamos estilos y formas como otrora vanguardias, es el derrotero de la modernidad cultural, que comienza a resignificar tres áreas de las que Habermas reinterpreta de los escritos Weberianos. Citando a Habermas (1989) «el proyectode modernidad formulado por los filósofos del Iluminismo en el siglo XVIII se basaba en el desarrollo de una ciencia objetiva, una moral universal, una ley y un arte autónomos y regulados por reglas propias». Esta escisión fundamental especializó las prácticas culturales y creo la división rígida que subyace sobre este tipo de producciones culturales desde el arte, donde se requiere ciertacapacidad cognitiva-expresiva para comprender el lenguaje abstracto del arte moderno que reivindica un presenta inacabado y proyecto de proyectos. Esto como menciona el autor ha permitido la manipulación -enteleridas bajo el manto de la especialidad-, de la hermenéutica de la vida diaria. Con las críticas Baudelairianas se fomenta la creación artística como fin en sí mismo, y la especialización toma surumbo esencial hasta las críticas surrealistas. Citando a Adorno podemos decir que«ha llegado a ser evidente que nada referente al arte es evidente: ni en él mismo, ni en su relación con la totalidad, ni siquiera en su derecho a la existencia».
A través de esto, podemos afirmar al Iluminismo como el derrotero histórico respecto al arte moderno, sin mencionar que el surrealismo se gestó como...