la mortal mirada del amor

Sus días eran simples, casi monótonos. Todos los días la misma rutina. 
-Hola fea- se decía cada vez que se miraba al espejo. -Que cara de idiota tienes hoy, peor que la de ayer- le respondía eseinútil y malévolo objeto de casi 90 cm de largo y de ancho -estas más gorda, has visto tu papada? no deja de crecer- volvía a exclamarle el cristal. Haciendo oídos sordos aquellas injustificadaspalabras se volvía en sí y se lavaba la cara, no sin antes replantearse las recientemente frases que había escuchado, preguntándose si no estaban siendo justificadas por ella misma. "Cada vez más gorda, másfea y mas inútil''. Pobre Sofía, hablaban los sillones por lo bajo al verla pasar. Pobre Sofía que ya ni llora de lo infeliz que puede llegar a estar. Prefería bailotear sin gracia girando una y otravez en círculos que jamás acababan en su inmensa casa, regalo de su difunta abuela Herminia, la única persona que la hacía querido y que hacía ya tres  años le había convertido la vida en miserable,había muerto de cáncer, desde ese día Sofía no volvió a sonreírle a nadie ni sonreírle ala vida, tan solo quería permanecer en soledad y silencio. 
En una de sus tardes, donde tan solo maldecía losinsectos que reposaban sobre sus muslos flácidos y sin gracia, y rezongaba porque el sol estaba más fuerte que el día anterior, se le paso por la cabeza la idea de un cuchillo. Un cuchillo que por findiese ese final tan esperado que ella anhelaba tanto, total, a quien le importaría? Una vida más, una vida menos en este inútil mundo. Quien se daría cuenta que la densidad del aire seria un0,0000000009 más a lo que lo era hace  cinco segundos? nadie. Si total, no tenía a nadie cerca. No vacilo, se paro y dirigió ala cocina, acto seguido se acumularon en su mente mas de mil recuerdos vividos consu abuela, las veces que a la plaza la llevo, cuando en plena etapa de parciales para la facultad la ayudo y su apoyo incondicional le dio, o simplemente cuando dio final a su único e imborrable...