La muerte como conlusion
“La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos”
Antonio Machado (1875 - 1939) Poeta español.
La conclusión más bella.
Un día yo llegaba del colegio, entre a mi casa me senté en la cama y en ese momento me llamo mi padre, me dijo Carolina tenemos que salir, y yo me pregunte,¿a donde iremos?, note en mi papa una cara desolada, con una mirada en el vacio y yo sin atreverme a preguntar salí con mi padre, nos montamos a un bus que cogió por la carrera 15, y llegando a la rotonda de la 100 me perdí, mirando caras de la gente, pensando en que podría ser el lugar donde nos dirigíamos, me preguntaba será una sorpresa, tenia un vacio en el estomago, pero no sabia si era demiedo o de alegría hasta que en la 13 con 32, descendimos del bus, entramos a un lugar poco familiar para mi, pero que enseguida me causo miedo, no pude evitar darme cuenta donde estábamos, estábamos en una funeraria, por la gente, por el frio, y por los atuendos negros, estábamos en La Candelaria.
Enseguida mire a mi padre, que me llevaba de la mano, y le pregunte ¿Quién se murió?, me dijo tutía Silvia, me quede atónita, no sabia que decir, ni como reaccionar, no salió ni una sola lagrima de mis ojos, solo podía pensar en mi mama, en lo sola que se debía sentir, en lo devastada que debía estar, en que no sabia que decir, entramos a la sala de velación que a estas alturas del partido ya no me acuerdo que numero era, pero entramos, se encontraba un cajón donde reposaba allí el cuerpoinerte de mi tía, un cuerpo sin vida que ya no decía nada, con unos ojos que no se abrirían de nuevo para ver la puesta del sol, con unas manos que jamás volverían a acariciar, y con un corazón que jamás volvería a latir, busque a mi madre entre la gente, y la encontré a un lado de la sala, acompañada de amigas, y botando lagrimas, con expresión de querer escapar de aquel lugar y que la tragarala tierra , corrí la abrace y me quede allí, sin saber que decir, y sin saber que hacer, pero abrace a mi mama para que supiera que estaba ahí y que ahí seguiría, note en algún momento, que estaba la segunda hermana de mi madre, mi tía sentada en su silla de ruedas sentada a un lado del cajón, pero tranquila irradiaba en medio de la sala que se vestía de luto una paz incomprensible, me quede ahíabrazando a mi madre y mirando a mi tía hasta que, supongo me quede dormida.
Esa noche fue confusa, o por lo menos permanece difusa en mi mente, por lo que no la recuerdo muy bien, al día siguiente, mi mama amaneció muy calmada, se vistió completamente de negro y nos dispusimos a ir de nuevo a aquel lugar, donde aun permanecía el cuerpo de mi tía, de allí nos dirigimos al cementerio del centro.En el momento en que se dispuso meter en cajón en la bóveda, mi mama rompió en llanto, de ella se apodero el miedo, la impotencia y la rabia de no ser ella la que estuviese ahí, se aferro al cajón como, si pudiera hacer algo para que el destino de ese cajón no fuera el ya inevitable, le hablo, le grito a mi tía, que no la abandonara, que no la dejara, que aun tenían muchas cosas que hacer,que no se podía ir, y yo, yo sin saber porque muy bien también llore, y me descontrole, no sabia que pasaría con mi tía, sabia que una vez empezaran a echar el cemento para la lapida nunca mas la volvería a ver, pero no sabia mas, de verdad no sabia lo que en realidad pasaría con mi tía, se apodero de mi un pánico de la incertidumbre de la vida, de ver a mi madre sufriendo de tal manera ante undestino ya cantado, porque si mi tía ya estaba muy enferma, pero como dice la gente uno nunca esta preparado para ver partir a un ser querido y por otro lado, vi mi tía, mi tía Carmen, que aun irradiaba la paz y la tranquilidad del día anterior, y sin derramar una lagrima aun, me pregunte, como no puede sentir como no llora, el tiempo paso, y mi tía Carmen no volvió a hablar, y a los 9 meses tal...
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