LA MUERTE DE HECTOR1

Páginas: 9 (2075 palabras) Publicado: 11 de marzo de 2015
LA MUERTE DE HECTOR

Narrador: Después de haber huido como cervatos, los troyanos refrescaban ahora sus cuerpos sudorosos y bebían al amparo de los parapetos. Los aqueos aproximábanse al muro con el escudo apoyado en el hombro. Héctor, abocado a la amenaza funesta, se quedo delante de Troya y de la puerta escea. Apolo dijo entonces a Peleida (Aquiles).

Apolo: ¿Por qué me persigues hijo dePeleo, con tus pies rápidos, siendo tu un mortal y yo un Dios? ¡No has conocido que lo soy, y continúas en tu furor! Sin duda te importan poco las dificultades en que se encuentran los Troyanos en la ciudad, pues anda así extraviado. Puedes estar seguro de que no llegaras a matarme, ya que no es ese mi destino.

Narrador: Indignado por lo que oía, replico Aquiles.

Aquiles: Bien me has perjudicadotu, el más funesto de los Dioses, trayéndome hasta aquí, lejos de la muralla, e impidiéndome abatir a muchos enemigos antes que llegasen a Troya. Me has privado de un gran triunfo. Salvándolos con facilidad; por lo que, si yo supiera, sufrirías mi venganza.

Narrador: Seguidamente Aquiles se dirigió con aire fiero hacia la ciudad, lanzando cual un caballo vencedor en las competencias que avanzaholgadamente en la llanura. El anciano Príamo fue el primero en verlo rutilante en la veloz marcha, comparable a las del astro Orión resplandezca, trae consigo a los míseros mortales el mal presagio de la enfermedad. Así lucía también el bronce en el pecho de Aquiles mientras corría ligero por el llano.
Preocupado por la suerte del hijo, si se presentaba al divino Aquiles, Príamo suplicaba a Héctorcon tiernas palabras de amoroso padre.

Príamo: No te arriesgues sino recordase los daños mortíferos que Aquiles le había hecho y tuviera piedad de él, pues su blanca cabeza, su canosa barba y su cuerpo de anciano serian ultrajado por los perros.

Narrador: Al decir esto Príamo arrancábase los cabellos, sin lograr persuadir a Héctor.
También se lamentaba la infeliz madre. Le decía a Héctor.Hécuba: ¡Héctor mío! Ten compasión de mí. Respeta tu niñez, cuando mi pecho te hacia olvidar el llanto. Ya que lo quieres, resiste a ese enemigo; pero desde dentro de la muralla, no dándole la cara al miserable. Mira que si te vence y mata, querido renuevo mío, ni yo, que te di la vida, ni tu rica esposa, podremos llorarte en un lecho, sino que devoraran tu cuerpo los canes, lejos de nosotros y cercade los navíos aqueos.

Narrador: Así el padre y la madre de Héctor suplicaban entre lágrimas a su hijo, sin poder convencerlo, pues seguía guardando decidido al prodigioso Aquiles, que ya se acercaba.
Así como una sierpe de la montaña, llena de peligrosos venenos y colérica, esperando que alguien pase ante la guarida, lanza miradas terribles y se enrosca a la entrada de la cueva, análogamenteHéctor continuaba en su sitio sin retroceder, poseído de una bravura insaciable. Había apoyado el escudo en una saliente de la muralla y se atormentaba pensando en lo ocurrido, en aquella espantosa huida general y en los reproches que troyanos y aqueos podían hacerles, si se retiraba.
Estimaba preferible morir gloriosamente luchando con Aquiles delante de la plaza. También pensaba en la solución deavanzar sin armas hacia el héroe aqueo y ofrecer la devolución de Helena y sus riquezas, ya que esto había provocado la guerra. Los ejércitos podrían repartirse los bienes que la hermosa ciudad guardaba; pero no tardo en advertir la imposibilidad de este arreglo y el caso forzado en que se hallaba de pelear a ver a quien daban el triunfo los inmortales.
Ya se acercaba Aquiles moviendo sobre elhombro derecho el fresno del monte Pelón, rutilante el bronce como el brillo del sol naciente. Al verlo Héctor, comenzó a temblar y sin atreverse a esperarlo, echo a correr espantado y perseguido por el hijo de Peleo, quien fiaba en la ligereza de sus pies para alcanzarlo. Así como el gavilán de los montes, el ave más rápida, sigue con facilidad a la temblorosa paloma que huye dando agudos...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • La Muerte De La Muerte
  • Las muertas
  • Las muertas
  • La muerte
  • La muerte
  • La Muertas
  • La muerte
  • La Muerte

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS