La muerte de ivan illich
Pues bien, me encantaría que aquellos/as que hayan vivido las últimos meses,días,horas y minutos estertóreos y desenmascarados de Iván comenten sus impresiones. Me gustó mucho elcomentario del prologuista acerca del poco tratamiento de la muerte de un personaje literario (ponía de ejemplo el curioso caso de la muerte de Alonso Quijano en unas escasas 10 líneas), y el cómo Tolstoi escapaz de narrar todo un proceso que, evidentemente, tiene un fuerte sentido social, un proceso a través del cual el protagonista va conociéndose a sí mismo en sus últimos momentos de vida, y lo que esmás importante, el hecho de descubrir el sinsentido de una vida que más que vida ha sido una farsa. Me parece fantástico el hecho de que la escoria no es sóla la que rodea a Iván sino que él mismotambién es escoria, es por eso por lo que el protagonista no levante ningún sentimiento de lástima o empatía a lo largo de su triste y perentorio proceso.
Durante una pausa en el proceso Melvinski, enel vasto edificio de la Audiencia, los miembros del tribunal y el fiscal se reunieron en el despacho de Iván Yegorovich Shebek y empezaron a hablar del célebre asunto Krasovski. Fyodor Vasilyevichdeclaró acaloradamente que no entraba en la jurisdicción del tribunal, Iván Yegorovich sostuvo lo contrario, en tanto que Pyotr Ivanovich, que no había entrado en la discusión al principio, no tomó parteen ella y echaba una ojeada a la Gaceta que acababan de entregarle.
-¡Señores! -exclamó- ¡Iván Ilich ha muerto!
-¿De veras?
-Ahí está. Léalo -dijo a Fyodor Vasilyevich, alargándole el periódicoque, húmedo, olía aún a tinta reciente.
Enmarcada en una orla negra figuraba la siguiente noticia: «Con profundo pesar Praskovya Fyodorovna Golovina comunica a sus parientes y amigos el fallecimiento...
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