La muerte de la estética

“LA MUERTE DE LA ESTÉTICA”
POR LAURA CAMILA SABOGAL ESPINEL

“La estética tiene por objeto el vasto imperio de lo bello; su dominio es sobre todo lo bello en el arte. Para emplear la expresión que más conviene a esa ciencia, es la filosofía del arte y de las bellas artes.” [1]

Hablemos del arte como una “expresión material, como una exteriorización sensible” del espíritu del artista; asítenemos enfrente un medio subjetivo, un tanto místico; sin embargo con un fundamento en la consideración de sí mismo, a la vez que se desarrolla con base en una construcción libre que no se aprende por medio de reglas, pero que si reposa en una conciencia de lo que se hace, es decir, que aún cuando la expresión descanse en una parte externa, mecánica y técnica, esta no depende de los avances enella.

Este arte nace originalmente, como objeto del propio pensamiento reflexivo del hombre, para que a través de la práctica se manifieste en el exterior esta conciencia y así el hombre pueda reconocerse en las obras que realiza; más que hallar gracia ante los hombres y generar placer; “en una palabra el arte crea intencionalmente imágenes, apariencias destinadas a representar ideas, amostrarnos la verdad bajo formas sensibles”[2], una verdad conquistada por el espíritu, es decir, que el espíritu como conciencia interior, descubre en sí mismo el poder creador y exterioriza debidamente la idea, aquel contenido que es resultado del pensar en la verdad.

Esta materialización, tiene como objetivo en la vida cotidiana, “satisfacer el interés que el espíritu tiene por la belleza”[3],siendo la belleza, en este caso, la forma sensible y la idea, de esta manera haciendo estos dos elementos inseparables y especificando que la forma sin la idea no es nada, y que la idea sin la forma tampoco; el verdadero objeto del arte es revelar la belleza, esa fuerza que se despliega armónicamente, radiante, espontánea y serena, de la actividad (esencia o idea) conforme a su objeto(manifestación o forma), y por tanto cualquier otro fin es accesorio o consecuencia del primero.

Pero, en cuanto al concepto de “lo bello”, aparecen un sin fin de cánones implementados por la cultura a través de la historia, y con la modernidad, la teoría hegeliana de lo bello, es desbancada por una belleza, que sin ninguna pretensión de buscar la verdad, se convierte en un adorno o decoración; es aquícuando la belleza artística se desliga de la “debida exteriorización que hace eco de la verdad en el espíritu”, del arte moderno y a la vez pierde su papel como imperativo, dejando el juicio del valor estético relegado a la “estetización de la vida cotidiana”. En cuanto al arte y su nuevo mundo pluralista donde cualquier dirección es valida; siempre y cuando este bien sustentada en una idea, queprevalezca sobre la forma y permita que adquiera más importancia el juicio de valor lógico, llegamos a contemplar, no un “fin del arte”, como era la predicción de Hegel, sino que dentro de la misma consideración hegeliana, se podría hablar de un “fin de la estética”, cuando ocurre un rompimiento abrupto entre belleza y verdad o forma e idea, dejando como objeto del arte a la verdad sin la belleza(entendida desde una manera clásica); es decir, desligando un goce intelectual de uno sensual (que era la conciliación que trataba de plantear la estética hegeliana, cuando se refería a una manifestación sensible y libre de la verdad, procesada por el espíritu con una conciencia en lo que se hacia), haciendo mas importante el discurso que hay detrás de la obra, que la obra en sí, (dejando claro que laobra es la materialización del discurso) y de esta manera la belleza pierde su protagonismo como factor decisivo en la valoración del arte, y ahora cualquier cosa es susceptible de convertirse en una obra de arte.

En este punto de la historia del arte, mas o menos por la década de los 60’s, vemos como estas materializaciones toman dos caminos diferentes y se ven separadas por una brecha...