La Muerte De Un Anarquista
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POR JONATHAN FORTICH Y ANDRÉS ARIAS
Imágenes tomadas del documental Brutalidad policial, de Alerta Sur.
Jonathan Fortich (Sincelejo, Sucre, 1979). Comuni-cador social con énfasis en comunicación educativa y especialista en televisión de la Pontificia Universidad Javeriana. Ha trabajado en investigación, guión y producción de proyectosdocumentales. Actualmente desarrolla con Andrés Arias el proyecto de cortometraje de ficción Ojos de salvador.Andrés Arias (1977). Comunicador social-periodista de la Universidad Javeriana. Ha escrito para las revistas Diners, El Malpensante, Fucsia, Poder y Arcadia, así como para las «Lecturas» de El Tiempo y el Boletín Cultural y Bibliográfico del Banco de la República. |
Generalmente loshechos pasan a ser noticias que se olvidan en pocos días. En contraposición, este reportaje busca ir al fondo de la muerte de Nicolás Neira, joven anarquista que, según los testimonios, murió a causa de una golpiza que le propinó la policía el 1º de mayo del 2005 en Bogotá. |
Desde la ventana del apartamento se ven los edificios del centro de la ciudad. Estamos lejos de aquella vista: en Suba, unpueblo de la sabana tragado por el urbanismo hasta convertirlo en barrio, y que abarca buena parte del noroccidente de la imparable Bogotá. Durante unos segundos la vista nos parece hermosa, hasta que caemos en la cuenta de un detalle: fue en el asfalto de la gran avenida que atraviesa esos edificios lejanos que cayó Nicolás. Margarita tiene que enfrentarse a cada momento al cuadro que le ofrecensus ventanas. La imagen la tiene cansada: le sabe a muerte. Por eso quiere vender el apartamento, porque si se asoma a la ventana le duele, y porque si entra a cada una de las habitaciones, sólo encuentra recuerdos de su hijo, Nicolás.
En el pequeño estudio aún está la máquina de escribir —a Nicolás no le gustaba usar el computador— con las primeras palabras de un resumen de El Quijote, que lehabían pedido en el colegio, el Liceo Hermano Miguel, de la comunidad lasallista («Me puso a leer el libro a mí también para que dejara de ver telenovelas», recuerda Margarita. «No pasé de los primeros cuatro renglones»). En el piso, la caneca de colores, repleta de juguetes con los que aún correteaba y brincaba entre los sofás y el tapete. Entramos al baño. Margarita nos señala el estuche repleto deinhaladores para calmar el asma. En el suelo, una botella de alcohol: «Lo adoraba. Andaba con él para todas partes. Tenía que limpiarlo todo con alcohol, hasta el baño, así sólo entrara él, porque decía que podía traer bacterias de la calle». Avanzamos. Una cenefa de lunas azul niño decora las paredes de la habitación. Sobre la cama, un cubrelecho, también azul, con imágenes de la rana René. En unmueble, dos o tres viejos muñecos de peluche y una muñeca acabada y despeinada: es Jessica, el juguete preferido de Nicolás desde que tenía un año. No podía dormir si ella no estaba cerca. Al lado de la muñeca, las fotografías de dos toreros, tachadas con tinta roja. Y en la puerta de la habitación, una calcomanía: «Libertad animal. Libertad humana».
Desde la ventana de la habitación se ventambién los edificios del centro. ¿Hacia allá habrá mirado Nicolás el 1º de mayo de este año, o se habrá detenido, más bien, en el nido que tanto le gustaba de aquel árbol cercano, o en los ratones que decía ver abajo, en el jardín de su conjunto residencial? Imposible saberlo. Lo cierto es que, junto a un amigo, la mañana de ese domingo se enfiló hacia el centro de la ciudad. No sabía que jamásvolvería a aquella habitación, a dormir junto a Jessica. A la 1:45 p.m., cayó en el asfalto de la carrera séptima con la calle 18. Cinco días después, moriría. Tenía quince años. Y, según quienes lo conocieron, parecía tener trece.
Yuri Neira y Margarita Álvarez, los padres de Nicolás, se casaron en 1988 y se separaron en 1994. Nicolás nació el 11 de octubre de 1989. Fue el único hijo. Su padre lo...
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