La Muerte De Videla Hebe De Bonafini
Murió Videla. La noticia me paralizó. Inmediatamente empecé a pensar en mis hijos
¿Cómo podía pensar en otra cosa? La cabeza me daba vueltas, quería pensar en algo
y nada. Pensaba en ellos y en las torturas a las que fueron sometidos. Veía sus caras
gritando, pidiéndome, llamando a todos, como hicieron todos en los momentos más terribles, cuando estaban solos, en los momentos de mayor tortura.
Los medios me empezaron a llamar pero no tenía nada para decir. Sí sentí una gran
angustia, un gran dolor que me atravesaba por todos lados. No podía pensar en otra
cosa. No estaba contenta porque había muerto. No me podía poner contenta pensando
en todo lo que nos había hecho. Pensé en todas las Madres, en tanto dolor, en todas
las familias destruidas. Se me vino el mundo encima y cada vez que me llamaba
alguien sentía más angustia, porque la mayoría de los que habían apoyado la
dictadura, los diarios, sobre todo Clarín, ahora le dicen dictador, ahora le dicen
genocida ¡qué vergüenza! Pero yo seguía pensando en ellos, nuestros hijos. Tanto que amaron a esta Patria, tanto que dieron por ella y yo tenía que escuchar a estos, que
apoyaron la dictadura, hablar de genocida ¡cuánta hipocresía! Nuestro pueblo tiene que
entender que toda esa hipocresía hizo posible que nuestros hijos fuesen señalados
como terroristas cuando todos estos, que hoy se rasgan las vestiduras, miraron para otro lado. Algunos se llenaron de dinero y otro se llenaron de oprobio.
Quise hablar pero no me salía nada. Hoy decidí escribir algo para que todos los que
esperaban mi voz se enteren que pensaba. Me quedé ahogada de dolor, de angustia,
bronca y tristeza pero de repente me estalló el corazón y dije: ¡Qué suerte que tuvimos
hijos tan valientes! Esa es la única ...
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