La muerte,ni delito ni pecado
Homicidio… el acto en que se causa la muerte de otra persona, poniendo atención a la etimología de la palabra, a un semejante. ¡Qué irónico! Por una parte la leycastiga al homicida y la religión lo condena, y por el otro, se lleva a cabo una realidad muy oscura, en que esta práctica –el homicidio o bien el asesinato-, han sido exentos tanto como delitos, comopecados, y paradójicamente, por la misma causa: el saber demasiado.
Durante el periodo de la conquista y la colonia se cometió un sinfín de atrocidades, violaciones, maltratos, asesinatos… de esocasi nada queda, pues los muertos no hablan; no muchos códices relatan la extinción de los pueblos indígenas, pues quien hablan, son los vencedores y no los vencidos.
Los crímenes cometidos durante eloscurantismo tuvieron una justificación similar al movimiento estudiantil de 1968, la inquisición eliminó a las personas que suponían un peligro para el régimen social que gobernaba en aquel entonces;ni los crímenes eclesiásticos de la inquisición, ni los políticos de toda la historia habían sido tan evidentes, hasta el año de 1968; Carlos Fuentes (Fuentes, 1971) relata “los acontecimientos de1968 descubrieron lo peor y lo mejor de México. La sucia sábana de indiferencia, despolitización y chistes que nos cubría a todos fue rasgada; salimos al aire”.
Tal vez por sí solos, los crímenes de lahistoria mexicana hubieran permanecido como un mito, o no hubieran hecho despertar a la sociedad mexicana. La matanza estudiantil supuso una acción extrema del gobierno para frenar la idea paranoidede un golpe de estado por parte desprotegida del país.
“…Tlatelolco será mencionado en los años que vienen
como hoy hablamos de Río Blanco y Cananea,
pero esto fue peor;
aquí han matado al pueblo:no eran obreros parapetados en la huelga,
eran mujeres y niños, estudiantes,
jovencitos de quince años,
una muchacha que iba al cine,
una criatura en el vientre de su madre,
todos barridos,...
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