La muerte para la filosofia

El miedo a la muerte denota sin embargo la percepción de que ésta es un mal en sí misma y en el fondo es un reconocimiento de que la vida de cada individuo es única e irrepetible, es decir, quesi la vida significa el ser, la muerte sería el no ser. Por eso, la concepción de la muerte que se tenga es al mismo tiempo una concepción de la vida, pues en efecto, la muerte no sólo es algoque nos pasa por ser inevitable e intransferible, sino que asimismo, estamos obligados a tratar de encontrarle sentido ya que, el hombre es un ser para la muerte, de tal suerte que si no tuviéramosconciencia de la muerte no tendríamos identidad alguna.

Pensar en la muerte es un asunto complejo porque no podemos obviamente tener la experiencia de la muerte explicándola en otros nipadeciéndola en uno mismo.
La muerte forma parte de la vida, es el último acto, la conclusión, el fin. La verdad es que empezamos a morir en el mismo momento que nacemos, quizás incluso antes: en elmismo instante de ser concebido. Y lo hacemos al compás de un reloj inflexible en el que nunca podremos saber qué hora de nuestra vida es. Nacer y morir son los momentos cumbres de nuestraexistencia, el principio y el final. La muerte es quizás una de las más importantes verdades absolutas de la vida. Esta es una verdad a la que nunca nos acostumbramos.

No podemos negar la muerte;pero no queremos pensar en ella. Nos resistimos a aceptarla, porque su afirmación negaría los valores innecesarios de la cosas que nos interesan y a las que nos aferramos; aunque sabemos que nosesta acechando y nos golpeara certeramente cuando ella lo decida.
Para finalizar, no morimos porque estemos enfermos sino porque estemos vivos, es lo que Montaigne opinaba sobre la muerte. Ytiene razón, para morir solo es necesario estar vivo, no se debe estar gravemente enfermo para esperar la muerte si no estar completamente vivo es por ello que siempre estamos en el esperar de ella.