La Muerte Un Amanecer
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Nota a la edición castellana
Durante la visita que realizó Elisabeth KüblerRoss a nuestro país el mes de abril de 1989, contrajimos con ella el compromiso de emprender esta edición. Existe ya editada en castellano la primera de las obras, escrita hace dieciocho años: La muerte y los moribundos. Nuestro trabajoconsistirá en acercar al publico las obras posteriores de modo que, poco a poco, todas ellas puedan leerse en castellano. Prepararse para aceptar un hecho irreversible como es la muerte es un trabajo arduo y difícil; sin embargo, las personas que han entrado en contacto con las enseñanzas de E. Kübler-Ross, se dan cuenta de que esto es posible. Día a día, los esfuerzos que la medicina hace por salvar a lahumanidad son boicoteados por los cada vez más abundantes y graves accidentes de tráfico. En ellos pierden la vida gentes que no estaban preparadas para ello, jóvenes cuya misión en esta vida queda así truncada; y quedan padres que deberán vivir con este dolor durante el resto de su vida. En este libro podemos conocer la experiencia personal que indujo a la autora a permanecer junto a losenfermos terminales para que pudieran preparar el momento de la muerte de manera digna. No debemos olvidar que trabajaba en Estados Unidos y en una época en la que la rigidez de los horarios y la inmensidad de las ciudades hacían que estos enfermos permanecieran solos durante muchas horas. Con su compañía, Elisabeth Kübler-Ross pudo comprender los momentos de soledad y agobio que preceden a toda muerte.Las circunstancias de nuestro país no son exactamente las mismas, pero el ser humano si es el mismo y dichas experiencias pueden ayudarnos a preparar tanto a los nuestros como a nosotros mismos.
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Prólogo Cuando una médico con 28 títulos honoris causa en su haber y más de veinte años de experiencia acompañando en el momento de la muerte a miles de personas en todo el mundo comparte connosotros sus vivencias misticas -«experiencias que me han ayudado a saber, más que a creer, que todo lo que está más allá de nuestra comprensión científica son verdades y realidades abiertas a cada uno de nosotros»-, debemos leerla atentamente y con humildad. Pero debemos, ante todo, congratularnos. Nunca antes la humanidad había tenido ocasión de saber de la muerte y de la vida después de la muerte,de la manera en que hoy, gracias a Elisabeth KübIer Ross, nos es posible. Hasta hace muy poco los conocimientos, que la doctora Ross pone al alcance de todos los que quieran escucharla, eran un saber «oculto» accesible sólo a través de la fe a los creyentes o a los estudiosos de los textos sagrados tibetanos o la más compleja literatura esotérica occidental. El amor y la dedicación de esta mujerexcepcional permite que hoy muchos médicos, enfermeras y personas en el mundo estén científicamente preparadas para entender, acompañar y ayudar realmente a cualquier ser humano en los difíciles momentos que anteceden su muerte, así como para comprender y consolar efectivamente a las personas que sufren la pérdida de seres queridos. Evidentemente, en ese científicamente está involucrado lo mejordel espíritu humano: su capacidad de amar. Con una actitud rigurosa y valiente, Kübler-Ross ha investigado en el dolor y la conclusión, a sus muchos años de desvelos al lado de sus pacientes, podría resumirse así: Busqué a mi alma; a mi alma no la pude ver. Busqué a mi Dios; mi Dios me eludió. Busqué a mi hermano y encontré a los tres. Con todo, una breve advertencia. Las tres conferencias quecomponen este libro constituyen un material único dentro de la obra de KüblerRoss; se leen y entienden muy fácilmente pero probablemente, para muchos, resultarán enormemente difíciles de digerir. Cuanto más aferrado esté nuestro pequeño ego a sus propios miedos y razonamientos, más difícil nos será abrirnos a lo que Elisabeth expone y aceptarlo, al menos, como posible. La doctora Ross no ignora esa...
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