la mujer mora
En lo que respecta a la investigación del propio texto -entendido como discurso ideológico- me gustaría destacar en estas primeras líneas que voy a realizarla partiendo deuna aproximación metodológica de análisis socio-histórico. Es decir, por medio de la aceptación consciente de que la productividad individual, vía la tipificación de la vida cotidiana, pretende desarrollar problemáticas de trascendencia social -válidas para la mayoría de la población de una determinada sociedad-, voy a investigar con especial énfasis la labor de transformación cultural por la quese enlaza el proceso: emisor-mensaje-receptor. A partir de esta aceptación metodológica de análisis textual, fácilmente podremos entender que toda la representación de la praxis humana en literatura implica una hegemonía ideológica. Y, por tanto, que la propia literatura -léase este término en su sentido más amplio (discurso político, texto económico, géneros literarios tradicionales, etcétera)- esla representación y figuración simbólica de un proceso de transformación cultural. Y, en todo ese proceso, la mujer ha estado presente como objeto utilizable y manipulable en función de las necesidades y deseos de estamentos y clases sociales que hegemonizan un discurso esencialmente sexista. Como vamos a ver dentro de breves Iíneas, la mujer no actúa como ser independiente, sino que está aexpensas de otro ser que es quien la objetiviza en términos literarios. Como muy bien señala la socióloga María Angeles Durán, las mujeres no participan en la creación de ideologías, pero son objeto y receptor pasivo de todas ellas (1).
El lento pero irreversible proceso por el que transcurre la transición del modo de producción feudal al capitalista conlleva una serie de contradicciones ideológicasque quedarán perfectamente reflejadas en el terreno literario. Por una parte, el acceso al poder -aunque pronto frustrado en España- de una nueva clase social que se identifica con un planteamiento laico de la sociedad nacido en zonas urbanas italianas, hace pensar en un apreciable cambio de la imagen femenina en el discurso literario. Sin embargo, la propia crítica ha demostrado cómo el mismomundo científico del racionalismo renacentista no puede desprenderse de un lenguaje propiamente medieval al describir a la mujer, que carnalmente se desea, bajo unas formas textuales que la aproximan más a la Virgen que a un ser humano.
El petrarquismo que Garcilaso de la Vega (1505-1536) introduce en España se mueve perfectamente dentro de las contradicciones apuntadas. Y el antiguo dilema: omatrimonio sin amor o sentimientos pasionales al estilo del amor cortés conviven bajo los nombres propios de Beatriz o Irene. La poesía denominada neoplatónica es, sin duda, un fiel reflejo de una sociedad contradictoria en la que se intentan aletargar las viejas formas sin conocerse claramente una alternativa de futuro.
Servir a la familia
El punto principal de controversia feministadentro de toda esta dinámica ambiental se encuentra en el cuestionamiento de la capacidad intelectual de la mujer. Para los más fieles seguidores del humanismo erasmista, como es el caso de Juan Luis Vives (1492-1540), la mujer tiene todas las cualidades necesarias para poder instruirse, si bien su sabiduría debe estar al servicio de la familia, principalmente de los hijos.
Dentro de esta...
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